Se las comían y vendían sus huesos

Historias

Este martes no solo quedó confirmado por las autoridades que los feminicidas de Ecatepec también eran caníbales, sino que se dieron a conocer declaraciones de Juan Carlos “N”, quien advierte: “si salgo, seguiré matando”.

El criminal durante el examen psiquiátrico al que fue sometido. (Especial)
Alejandra Gudiño y Nancy Enríquez
México /

Prefiero que mis perritos coman carne de estas mujeres, a que ellas sigan respirando mi oxígeno”, afirmó Juan Carlos “N”, asesino de al menos 10 mujeres durante una evaluación psiquiátrica que fue dada a conocer este martes en un video.

Alejandro Gómez Sánchez, titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, confirmó que este hombre y su pareja, Martha Patricia “N”, se comían a sus víctimas y vendían huesos a santeros, en lo que, dijo, es uno de los casos “de asesino serial más horroroso, más espeluznante que hemos tenido”.

De acuerdo con el dictamen preliminar realizado al presunto asesino, “lo que nos dice es que es una persona con trastornos del comportamiento y que evidentemente sí muestra rasgos psicóticos, pero que tiene la capacidad de diferenciar entre el bien y el mal”, refirió el fiscal.

El pasado jueves, Juan Carlos “N” y su pareja Patricia “N” fueron detenidos en la colonia Jardines de Morelos, en Ecatepec, cuando llevaban en una carriola restos humanos.

Desde entonces, surgieron versiones que retrataban el estado psicótico de la pareja. Y esto fue comprobado durante el examen psiquiátrico.

En este advirtió: “No creo salir de esta, pero si salgo, de una vez le digo a los patrones (policías) que voy a seguir matando mujeres”.

El fiscal confirmó que la detención de los implicados se derivó de la indagatoria sobre la desaparición de tres mujeres en Ecatepec, una de ellas en abril, otra en julio y la más reciente en septiembre.

“Se trataba de tres mujeres solteras, con hijos y que fueron de alguna manera enganchadas por la pareja sentimental de este señor, a partir de la venta de ropa o bisutería”, agregó.

Dijo que en presencia del Ministerio Público y de sus defensores declaró participado en al menos 20 eventos delictivos.

“Pero lo que da es características precisas y detalles, incluso nombres, lugares, vestimenta, fechas, formas, en al menos 10” asesinatos de mujeres.

Gómez Sánchez aseguró que continuarán las investigaciones y en la medida que los agentes ministeriales aporten avances se logrará determinar la identidad de las víctimas y solicitar las órdenes de aprehensión correspondientes.

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Dilcya García Espinoza de los Monteros, fiscal central para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia de Género y Feminicidios, señaló que “ambos implicados, en sus respectivas entrevistas formales, hacen referencia de que algunas partes de sus víctimas eran comidas por ellos”.

Respecto de si los niños que estaban con la pareja en la vivienda de Playa de Tijuana número 530, en la Sección Playas de Jardines de Morelos, también lo hacían, la funcionaria solo dijo:

“No lo refieren con precisión, pero pues presumiblemente, ¿no?”.

Juan Carlos y Martha Patricia, quienes están recluidos en el penal de Chiconautla, colocaban los restos de las mujeres mutiladas en cubetas y los órganos en el interior de un refrigerador.

“Dentro de los hallazgos que realizamos se encuentra también material blando, donde muy probablemente también habrá órganos vitales de las víctimas”.

Sostuvo que hasta el momento todas las evidencias sugieren que estos hechos no forman parte de las actividades de una red de trata de personas y venta de órganos.

“Todas las evidencias que tenemos investigadas desde un principio y hasta el momento no nos ha arrojado tal red; sin embargo, vamos a seguir investigando”, afirmó.

De acuerdo con investigaciones realizadas MILENIO, se logró conocer que entre los posibles clientes están personas dedicadas a la santería, los cuales llegan a desembolsar hasta mil 500 pesos por un hueso, según el tipo, ya sea un cráneo, que es el de mayor costo y el de mayor demanda, o un fémur.

Carlos Mata Martínez, abogado penalista, dijo que la venta de huesos humanos es un delito federal con sanciones que van de uno a cinco años de prisión.

“Al que viole un túmulo, un sepulcro, una sepultura o féretro, y al que profane un cadáver o restos humanos con actos de vilipendio, mutilación, brutalidad o necrofilia”, según la ley.

No obstante, aclaró que las penas alcanzan fianza y no son considerados delitos graves. Mencionó que el proceso de los feminicidas va para largo, pues “si es cierto que fueron 20 las víctimas y a todas las descuartizó, cada miembro debe ser sometido a las respectivas pruebas periciales; es decir, estamos hablando de 100 o más pruebas”.

“Hay que traer material genético, ver, solicitar los reactivos correspondientes y hacer empate con familiares de víctimas; son una gran cantidad de pruebas y luego agregar los dictámenes correspondientes”, expuso.

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