El empresario Fernando Vargas Torres desapareció hace casi cinco meses en Aguascalientes y la Fiscalía General del Estado no ha logrado dar con su paradero.
Samantha Saldaña Díaz, esposa de Fernando, asegura que hay elementos para presumir que se trata de una desaparición forzada, por los antecedentes que rodean el asunto.
Fernando fue levantado el 26 de marzo en el fraccionamiento Conjunto Los Naranjos, en la ciudad Aguascalientes cuando viajaba en su camioneta Pick Up en compañía de su empleada Catalina “N”.
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Fueron interceptados por un vehículo con sujetos armados, quienes lo golpearon y lo subieron a un coche de la marca Audi.
Por estos sucesos se inició la carpeta de investigación CI/AGS/07652/03-20 en la Agencia del Ministerio Público de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro adscrita a la Dirección General de Investigación Especializada de la Fiscalía estatal.
Hasta el día de hoy, no se ha recibido algún tipo de comunicación de quienes se lo llevaron, sin embargo, se han detectado movimientos de los inmuebles de la empresa Edificaciones Vator S.A. de C.V., de la cual era el administrador único, “que evidentemente él no pudo hacer sin coacción”, dijo su esposa a MILENIO.
Samantha aseguró que la fiscalía ha actuado pasivamente, a pesar de que se ha acudido recurrentemente a pedir informes de avances y dar seguimiento a actos de investigación pendientes y otros tantos que se han propuesto; la respuesta que comúnmente reciben es: “Seguimos trabajando y estamos en eso”.
Antecedentes con la FGR
Fernando tuvo que litigar contra una investigación que inició en su contra la Fiscalía General de la República, tras una denuncia de su hermano Felipe Vargas Torres, quien guarda una estrecha amistad con el ex titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales, Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, quien renunció al cargo en junio de 2019.
La FGR comenzó a investigar a Fernando, tras un pleito familiar, e incluso la subprocuraduría solicitó el aseguramiento de sus cuentas bancarias.
Felipe Vargas es propietario de la constructora FEVAT y fue vinculado a proceso por un juez federal por el presunto delito de cohecho, por pagar los boletos de avión y viáticos del agente del Ministerio Público Federal, Arturo Reyes, para que se trasladara a Aguascalientes para realizar diligencias contra su Fernando.
La resolución del juez de control del Centro de Justicia Penal Federal en el Reclusorio Sur, Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, fue confirmada en mayo de este año por el Primer Tribunal Unitario en Materia Penal en la Ciudad de México.
Durante la audiencia, la defensa de Fernando solicitó el carácter de víctima, debido a que existían antecedentes de un secuestro en su contra, pero no se le otorgaron medidas cautelares.
El juez solo impuso medidas cautelares a Felipe Vargas y a Arturo Reyes para que solo se presenten periódicamente a firmar.
“Entonces la actuación del juez del Reclusorio Sur conllevó a que no se le diera la protección adecuada a mí esposo siendo que se solicitó de manera justificada con la carpeta de investigación de la primera privación de libertad, llegando a este punto en el que estamos como consecuencia de eso”, explicó Samantha.
Secuestro previo
El 22 de junio de 2019, Fernando fue privado de su libertad, amenazado y golpeado, al igual que seis trabajadores que laboraban en una de las propiedades del empresario en Los Arquitos.
Los delincuentes le dieron el siguiente mensaje: “Esto es un recado de tu hermano para que le pagues”, y le aventaron un sobre el piso que contenía una fotografía de la familia de Fernando y una nota que decía: “Fernando Vargas sigues defraudando y robando te vamos a matar por rata y a tu familia, hijos y esposa…”
Fernando denunció a su hermano Felipe y a diversas autoridades, dando inicio a la carpeta de investigación CI/AGS/14578/06-19 en la Agencia del Ministerio Público de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro adscrita a la Dirección General de investigación Especializada, misma que se encuentra en integración (etapa de investigación inicial).
Después comenzó a recibir múltiples llamadas en las que lo amenazaban y decían: “que si no había quedado claro el mensaje que le habían dado, que él y su esposita tenían que pagar”.
El pasado 19 de marzo 2020, Felipe se presentó en el fraccionamiento Conjunto Los Naranjos y al ver que se había reanudado la obra que se había detenido por el aseguramiento realizado por la FGR, amedrentó a los trabajadores de Fernando, relató Samantha.
Es decir, se dio la “visita” y “mensaje” tan sólo ocho días antes del secuestro.
nerc