Son músicos de carrera y soldados por vocación; armados con flautas, clarinetes, chelos y violines, su misión: inspirar, dentro y fuera del campo de batalla.
Los instrumentos se afinan en el Antiguo Colegio Militar, en el Centro de Agrupaciones musicales de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y, como dirían las canciones de Los Ángeles Azules –que interpretan y hasta bailan–, desde Popotla, para el mundo, pues se han presentado en escenarios rusos y colombianos.
Foto: Jesús Quintanar
Los instrumentos y las voces egresaron de las escuelas de música de la UNAM, de Bellas Artes, o del Conservatorio Nacional; causaron su alta en el Ejército, son indispensables en los desfiles, para mostrar música mexicana en el exterior, y según dice el capitán primero Raúl Tito Peña, director de la Orquesta Sinfónica de la Sedena, muestran otro rostro de la milicia.
“Nos toca demostrar el otro lado del Ejército, el andar sin armas, mostrar la cultura, el viajar por el país y dar conciertos, el compartir un poco del arte que hacemos nosotros con todo el pueblo mexicano”, comentó a MILENIO.
Foto: Jesús Quintanar
Desde 1995 se dedican a amenizar las acciones cívicas y sociales con la orquesta sinfónica, el coro o el mariachi, con música de cámara o partituras de Javier Solís o Rocío Dúrcal. Y en fechas recientes, han incursionado con presentaciones tipo Flashmob en centros comerciales y plazas públicas, precisamente para mostrarle ese rostro a la ciudadanía.
“Lo que estamos haciendo es tocar la música que a todo el mundo le gusta, abarcar la música de concierto, por supuesto, y música popular, y afortunadamente contamos con gran capacidad, gran talento dentro de los músicos militares y lo hacemos de la mejor manera, y con la mejor disposición”, añadió el director de esta Orquesta, quien, además, presume, que sus músicos pueden interpretar cualquier melodía.
Foto: Jesús Quintanar
Pero además de las bandas de música y de guerra, está la agrupación coral, que dirige el capitán primero Rodrigo Marrero, responsable de coordinar a una veintena de sopranos, contraltos, tenores y bajos, hombres y mujeres que alzan la voz a las diferentes armas de guerra.
“El coro como tal tiene la función de levantar la moral de las tropas, difundir la cultura y, sobre todo, hacer hincapié en el nacionalismo mexicano con su música y también un poco el repertorio universal.
“Se cantan las letras y los himnos para motivar a los soldados cuando desfilan, cuando pasan enfrente del balcón presidencial, cuando hay un aniversario de cada arma y de cada servicio”.
Foto: Jesús Quintanar
Sobre la música, se dicen abiertos a explorar nuevos géneros, siempre que sirva para dejarle algo a quienes los escuchen, ya sea con un himno o canciones como "La Boa", de la Sonora Santanera, o el "Cielito Lindo" de Quirino Mendoza.
“Uno se va adaptando a los tiempos nuevos; antes en el tiempo será la cumbia ahora es el reggaetón. Sin embargo, la música, y la voz humana sobre todo, siempre está intrínseca en el ánimo de la persona”, explicó el director del coro.
DMZ