En el puerto de Manzanillo, Colima, la Secretaría de Marina (Semar) ha detectado droga y precursores químicos ocultos en bebidas alcohólicas, botellas de aceite de aguacate, entre maquinaria, tubos y hasta dentro de bloques de piedra.
En esta terminal marítima, opera desde septiembre del año pasado, el Programa de Control de Contenedores (CCP, por sus siglas en inglés), una plataforma de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) a la que están adscritas más de 70 naciones para el intercambio de información e inteligencia para combatir la delincuencia organizada.
Para este programa también se recibieron recursos del Gobierno de Estados Unidos, a través de la Oficina Internacional de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL, por sus siglas en inglés).
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“Hemos tenido durante el año pasado 12 resultados sobre los contenedores y eso quiere decir que no todos traen, pero es la tendencia en que este año, con base a la optimización de recursos más los procesos de análisis de información, destacamos que probablemente este año tengamos más que el año pasado resultados positivos”, dijo a MILENIO el jefe de la sección de información y análisis de riesgos de la Unidad de Protección Portuaria de Manzanillo.
“Para nosotros los barcos o buques que arriban de ruta sudamericana representan un riesgo para el tráfico de drogas ya elaboradas como son la mariguana y la cocaína, pero los buques que traen rutas asiáticas, China, la India, principalmente esos dos, pues son los que representan un riesgo para el tráfico de químicos empleados en la elaboración de drogas sintéticas”.
En este puerto, el cual ha sido objeto de disputa de los cárteles del crimen organizado, desde 2018 a la fecha se han decomisado 2 mil 314.4 kilogramos de cocaína, 4 mil 275.7 kilos de mariguana y mil 710 kilos de metanfetaminas.
Además de precursores químicos como cloruro de bencilo, con 66 mil 600 kilogramos, y 200 más de benzaldehído, así como 5 kilos de efedrina, entre otras sustancias empleadas para la elaboración de drogas sintéticas como metanfetamina o fentanilo.
En el puerto de Manzanillo se instaló una oficina de las Naciones Unidas, la primera de su tipo en México, para complementar los análisis de riesgo que elabora personal de la Marina y así recabar datos que ayuden a la localización de estupefacientes o precursores en los millones de contenedores que se movilizan en el principal puerto del territorio mexicano.
“Esta oficina lo que nos permite es tener enlace con 71 países que son miembros de este control de contenedores y generar un intercambio de información más dinámico. Lo que hace es aportarnos información que nosotros también tenemos que validar y analizar”.
“Validamos que realmente la mercancía que está siendo declarada corresponda a la mercancía que se encuentra dentro de los contenedores y que esta mercancía cuente con los permisos de la autoridad sanitaria”, agregó el mando de la Marina.
La implementación de la unidad portuaria de las Naciones Unidas se suma al uso de tecnología por parte de la Marina como son equipos de rayos x para la revisión de las cargas que se movilizan, alrededor de 300 cámaras de última generación, así como drones aéreos y acuáticos para localizar posibles mercancías ilícitas.
Con la suma de estas herramientas, para este año el personal de seguridad del puerto de Manzanillo tiene previsto un aumento en la detección de cargamentos localizados respecto al 2023.
RM