En Guanajuato, la señora Aurora pasó más de un año buscando a su hijo Juan Carlos López López, quien desapareció en la Central de Abasto de Celaya el 30 de septiembre del 2020; más de un año después, le informaron que los restos óseos de su hijo estuvieron en el SEMEFO todo ese tiempo.
Juan Carlos López López se encontraba trabajando en la Central de Abasto de Celaya, cuando recibió una llamada y dijo “ahorita voy”. Después de eso, su familia no volvió a saber él.
Su madre, la señora Aurora, comentó que la desaparición se dio el 30 de septiembre del 2020 y su cuerpo fue encontrado el 29 de octubre del mismo año, es decir un mes después; sin embargo, la fiscalía le notificó en diciembre del 2021 que, “partes” del cuerpo de su hijo estaban en el Semefo.
“Es una cosa muy triste que uno va a la fiscalía, anda vuelta y vuelta y no hay resultados, no hay nada, fíjese, a él se lo llevaron el 30, lo encontraron el 29 de octubre, un año después, estuvo un año en el Semefo y uno vuelta y vuelta, abriendo carpetas y todo y nunca decían nada.
“No le dan a uno nada, en mi caso, como mi hijo desapreció en el mercado de abastos, que iban a revisar las cámaras, luego, que ya tenían un testigo, iba uno y nunca le daban a uno información y al último se quitaron con que las cámaras no servían, que no tenían nada, ningún resultado, que no había avances pero que no se desesperara uno, que ellos estaban trabajando, yo no sé de qué forma”, lamentó.
Aurora manifestó que dentro de los trabajos que realizó la fiscalía estuvo la realización de pruebas de ADN a su nieto, hijo de Juan Carlos, y tiempo después a ella, con eso, supone que al tener ambas pruebas, detectaron que los restos que tenían en el Semefo eran los de su hijo.
Señaló que el hallazgo se dio en la comunidad de Ojo Seco, rumbo a la Quebrada, por la carretera que va de Celaya a Salvatierra y cuando acudió al forense a recibir el cuerpo, sólo le entregaron restos óseos, ya que le dijeron que Juan Carlos fue quemado.
“Ya cuando nos hablaron nos dijeron que el 97 por ciento de la genética, correspondía a la de su hijo y el otro 99 por ciento con la mía, pero pues me entregaron, que le puedo decir, nada, puedo decir que nada, yo lo recibí porque es una pena muy grande estar buscando pero aún tengo este pesar de que recibí lo que recibí, los restos óseos que recibí, porque me dicen que no había más, porque lo habían quemado, que por eso no rescataron más, que si llegaran a encontrar más, ellos me avisaban”.
Lamentó que el trabajo de la fiscalía sea lento, ya que dijo, alargan la incertidumbre de encontrar a sus familiares.
“Si se tardaron un año, más de un año en darle a uno respuesta, yo digo que no hacen su trabajo como debe de ser, porque cómo puede ser posible que lo hallaron casi al mes, por qué tardaron un año para darle información a uno, por qué tener a uno en esa situación”, preguntas que se hace, las cuales, está segura, nunca tendrán respuesta.
DMZ