Juan Carlos Hernández Béjar y su pareja Patricia Martínez Bernal recibieron una sentencia de 30 años de prisión por ocultar los cuerpos de Nancy Noemí “N” y Arlet Samantha “N”, con el fin de evadir la comisión de un delito.
En una audiencia que se prolongó por dos horas, el juez también les fijó multas de 161 mil 200 pesos y 88 mil 36 pesos como reparación del daño.
La sentencia es por la desaparición de Nancy Nohemí “N” de 28 años, quien el 6 de septiembre de 2018 iba con su bebé a una junta en la escuela primaria de una de sus hijas, ubicada a dos cuadras de su casa en Jardines de Morelos, aunque nunca volvió a su casa; la bebé fue vendida por los feminicidas y después que fueron capturados, la Fiscalía de Justicia localizó a la pequeña y la regresó con su familia.
Arlet Samantha”N” desapareció el 25 de abril de 2018, cuando iba por su hijo al preescolar a donde nunca llegó.
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La pareja fue vinculada a proceso por delitos cometidos contra el respeto a los muertos y violación a las leyes de inhumación, sin embargo, el Ministerio Público solicitó que este delito fuera reclasificado, “dado que se comprobó que los restos que llevaban en la carriola eran de Nancy y Arlet”, explicó Carmen Zamora, defensora de Derechos Humanos.
El 4 de octubre, Hernández Bejar y Martínez Bernal fueron detenidos cuando llevaban consigo una carriola en la que transportaban restos humanos, por ello fueron presentados ante el agente del Ministerio Público, quien inició la carpeta de investigación y los remitió ante un Juez en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Ecatepec.
Derivado de su detención fueron realizados cateos en dos domicilios ubicados en el municipio de Ecatepec, en estos inmuebles de igual forma fueron hallados más restos humanos, de los cuales, luego de llevar a cabo diversas pruebas periciales, han sido identificadas varías víctimas mujeres.
"Así les den 15 años o una pinche sentencia vitalicia, no importa de nada sirve, a mi de nada me sirve porque con nada me van a regresar a mi hija", dijo Maria Eugenia Solorio, madre una de las víctimas
Juan Carlos “N” y Patricia “N” se mostraron burlones en la audiencia, sonreían e intercambiaban miradas, lo que provocó la indignación de los familiares de las víctimas, quienes les gritaron “asesinos”, por lo que el personal del juzgado les pidió que se retiraran de la sala.
LC