El sacerdote de Quecholac, Adalberto “N”, acusado de cometer abuso sexual contra un menor de edad fue separado de sus funciones mientras que se realizan las investigaciones correspondientes y se comprueba su culpabilidad o inocencia.
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Así lo explicó el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, quien resaltó que la arquidiócesis mantiene la política de “cero tolerancia” a los religiosos que incumplan con los principios de la religión católica.
“Desde que supe de la información, me comuniqué con el sacerdote y le dije que estaba separado de sus funciones”, resaltó el líder de la grey católica en Puebla.
Señaló que el sacerdote no se fugó como se comenzó a especular; sin embargo, sí fue separado de la comunidad y de sus funciones mientras se realizan las investigaciones por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE).
“No está prófugo. Yo lo retiré, precisamente, como una medida cautelar como nos pide el Papa. Lo tengo que retirar de la comunidad y de su ministerio hasta que se aclare o su culpabilidad o su inocencia. Si es inocente, se le reintegra a su ministerio; si es culpable afrontará lo que la Fiscalía diga”, señaló.
Tras encabezar la misa dominical en la catedral de Puebla, Sánchez Espinosa resaltó que la arquidiócesis atiende todas las denuncias que lleguen y a la familia que presente los señalamientos contra algún religioso, se le ofrece un trato digno.
El líder de la grey católica pidió a la población en general a que cuando detecte alguna irregularidad, presente las denuncias ante las autoridades civiles y eclesiásticas para que se realicen las investigaciones correspondientes.
“Cuando se presenta un caso, denúncienlo ante los tribunales eclesiásticos y civiles. Lo que sé es que hay una denuncia ante la Fiscalía General del Estado. Dejemos con libertad a la Fiscalía para que investigue y se demuestre su culpabilidad o su inocencia. Nosotros respetamos ese procedimiento.
Resaltó que la arquidiócesis de Puebla cuenta con un Consejo para la Atención de Casos de Abusos de Menores, el cual, cuenta con especialistas para dar seguimiento a las denuncias que se puedan presentar y para brindar apoyo y orientación a las víctimas y a sus familiares.
“Nosotros no tenemos ninguna denuncia. Al arzobispado no ha llegado ninguna denuncia. La denuncia ni siquiera es conmigo, precisamente, para que no se diga que yo encubro. Es un consejo que todas las diócesis tenemos por indicaciones del Papa. En el Consejo para la Atención de Casos de Abusos de Menores de la arquidiócesis de Puebla está un médico, una psicóloga, dos abogados y un canonista”, comentó.
Sánchez Espinosa resaltó que el templo en el que el sacerdote Adalberto “N” brindaba sus servicios es atendido por religiosos de comunidades cercanas y del decanato, con el objetivo de que los fieles sigan recibiendo los servicios religiosos.
“Están atendiendo a la comunidad otros sacerdotes de la comunidad y del decanato. Él está separado de la comunidad mientras la Fiscalía General del Estado investiga su culpabilidad o su inocencia”, resaltó Sánchez Espinosa.
ARP