Uno de los chóferes que presuntamente fue retenido junto a su unidad por estudiantes normalistas de Tenería la semana pasada, confesó que no podían abandonar las instalaciones a pesar de que les aseguraron que tenían este derecho.
Los normalistas afirmaron esta semana que los operadores podían dejar las instalaciones del plantel en el que tenían las 92 unidades de transporte público con igual número de choferes; sin embargo, los conductores lo negaron ya que corrían peligro de que vandalizar los vehículos.
“Si nos separábamos del autobús, en sus palabras de ellos, nos ponían ahora sí que en la madre, nos golpeaban y dañaban la unidad, rompían vidrios o con riesgo de que los quemaran”, expresó en rueda de prensa el operador que reservó su identidad por cuestiones de seguridad.
Las víctimas relataron que sí fueron alimentados durante su estadía en este plantel, ubicado en el municipio de Tenancingo, pero que las raciones alimenticias eran insuficientes.
Otro de los choferes, relató que fue detenido en la terminal de autobuses de Villa Victoria por un grupo de más de 40 estudiantes, por lo que al verse superado en número siguió sus instrucciones.
“’Acompáñanos; súbete a tu carro y vámonos’, y yo no quise desobedecer órdenes, más que nada por temor a que le hicieran algo al carro”.
Luego de mantenerlos en cautiverio al menos 10 días y dialogar con la Secretaría de Gobernación, los normalistas obtuvieron 82 plazas de maestros y a cambio dejaron en libertad a los conductores con sus respectivos autobuses.
Reanudan servicios de manera parcial
El director de la empresa ZinaBus, Alejandro Aguayo, aseguró que derivado de los incidentes con los normalistas, cinco operadores han renunciado en lo que va del año. Aunado a ello, algunos de los secuestrados en este último evento piden el cambio de ruta. En tanto que el servicio se reestableció parcialmente.
LC