Cuando al señor René de la Cruz le avisaron el viernes por la tarde que su hijo había sido asesinado, lo primero que se le vino a la cabeza fue vender un becerro para pagar el funeral.
El hijo de René fue una de las tres víctimas mortales de ese 7 de febrero en Villahermosa, Tabasco, entidad que tan sólo en enero registró 92 asesinatos violentos, reportados por la prensa local, en medio de una disputa por el control de la plaza entre los grupos de 'La Barredora' y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
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Cuando René, de unos 65 años de edad, llegó al lugar donde estaba tirado el cuerpo de su hijo, no pudo llorar. Tenía sentimientos encontrados, su mente estaba en shock, mientras que su esposa, una mujer de edad avanzada lucía inconsolable, solo se mantenía de pie apoyada en los brazos de sus familiares.
Los gritos de dolor que lanzaba esta mujer en la colonia La Manga eran desgarradores. La víctima dejó a tres niñas huérfanas.
“Nosotros venimos de un ranchito que tenemos y nos venimos. Así de golpe nos dijo mi nieta, mataron a mi papá, mi mujer casi se desmaya”, dijo René.
Estas imágenes de dolor y muerte se han repetido por cientos a lo largo de más de un año en Villahermosa y otros puntos de Tabasco, desde que la guerra comenzó en diciembre del 2023
El olor a plomo producto de las balas disparadas por los sicarios comienza a transformarse a putrefacción. Algo que pocas veces sucede en Tabasco, las autoridades encontraron una fosa clandestina en una vivienda abandonada de la colonia La Selva, municipio de Nacajuca.
MILENIO realizó un recorrido por la finca empleada por el narco como panteón. En este domicilio se pueden percibir las huellas de las batallas entre los narcomenudistas. La fachada tiene impactos de bala por todos lados y marcas de quemaduras, además de que en el ambiente se percibe el olor a carne putrefacta por el cuerpo que ahí estaba sepultado.
Tres fincas más que están a un costado y al frente de la que fue empleada como 'narcofosa', también presentan impactos y fueron quemadas. Al parecer estos lugares eran puntos de venta de drogas.
Tabasco dejó de ser un edén para convertirse en la sucursal del infierno. En 2023, justo el año que comenzó la guerra entre 'Los Jalisco' y 'La Barredora', de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se cometieron 243 homicidios dolosos.
Para 2024, la cifra se disparó a 707. Los asesinatos aumentaron de un año a otro en un 190.53 por ciento, y en enero del 2025, 90 personas murieron de forma violenta, según registros de medios locales.
A la par de las ejecuciones, la vida económica de la capital de Tabasco agoniza. En Villahermosa solo opera un table dance, el resto cerró por el cobro de piso y los atentados registrados en contra de centros nocturnos.
Los bares y restaurantes no tienen clientes. El sábado por la noche, los negocios ubicados sobre avenida Paseo Tabasco, una de las zonas con mayor actividad nocturna lucían sin clientes.
El restaurante La Estancia del Pibe, Toro Bravo y La Tina Cantina, esta última localizada sobre boulevard Adolfo Ruíz Cortines, estaban casi vacíos.
Los taxistas se han quedado sin empleo, sobreviviendo con los pocos servicios. En una base de taxis laboran alrededor de 200 unidades al día, pero al caer la noche, la plantilla se reduce a 8 vehículos, el resto de los conductores temen laborar por la inseguridad.
”Ha ido bajando constantemente por la inseguridad que hay. Yo trabajaba antes desde las 05:00 a las 11:00 horas y de ahí volvía a las 14:00 horas de la tarde a la 01:00 o 02:00 horas, pero pues ya por la inseguridad de un año para acá ya hemos ido cortando eso”, comentó un taxista, cuya identidad se mantendrá bajo reserva por seguridad.
Para cuidarse, los taxistas, crearon un sistema de monitoreo en tiempo real. Mediante una pantalla los movimientos de los trabajadores del volante son monitoreados en tiempo real, y en caso de tener una emergencia, se le da parte de la policía, además de qué los compañeros taxistas acuden en su ayuda.
Cuando hay una situación de violencia entre taxistas se alertan para evitar quedar en medio del fuego cruzado. Algunos conductores, para brindar el servicio, le piden a los clientes, una fotografía de su INE.
Incluso se han negado a llevar pasajeros a zonas de alta incidencia delictiva y más en la noche. Producto de la violencia, la vida nocturna se termina al filo de las 02:00 horas.
Los habitantes esperan en un día regresar a la normalidad, al Tabasco que era un edén, al Villahermosa donde no ocurría nada.
Aquí el reporte:
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