Termina testimonio de 'El Futbolista' en juicio contra García Luna

Tirso Martínez contó que cuando lo arrestaron en el 2014 intentó sobornar al comandante que estaba a cargo de la operación.

Genaro García Luna. | Cuartoscuro
Juan Alberto Vázquez
Nueva York /

El testimonio del narcotraficante Tirso Martínez, El Futbolista, terminó en la Corte de Brooklyn haciéndose responsable de tres decomisos celebrados entre el 2002 y el 2003 que presuntamente pertenecían a los líderes del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, Ismael El Mayo Zambada y Vicente Carrillo.

“A ver si no se enoja El Patas Cortas y El Corajudo” citó Martínez a Carrillo Fuentes refiriéndose a la reacción que pudieran tener El Chapo y El Mayo al conocer de las incautaciones. Los eventos habrían ocurrido en una bodega ubicada en Brooklyn y otra en el barrio de Queens, las cuales ya habían sido utilizados como pruebas en el 2018 en el juicio en contra de Joaquín El Chapo Guzmán.

Un testimonio mecánico pero repleto de lenguaje florido fue el que mostró El Futbolista, quien aceptó que el dinero que ganó en el narcotráfico lo gastó en comprar equipos de futbol, perder grandes cantidades en peleas de gallos, en mujeres, autos, propiedades; “hasta compré un avión”, confesó. 

—¿Qué son las peleas de gallos?, le preguntó el fiscal.

—Es cuando dos gallos con navajas en las patas los echan a pelear hasta que uno muere.

Tirso Martínez abundó sobre su historia personal como miembro del cártel y encargado de una ruta de tren entre 2000 y 2003. Presuntamente él llevaba cocaína de la Ciudad de México a Los Ángeles, Chicago y Nueva York, “donde la droga se vende más cara y el cártel gana más”.

Sobornos a militar

También confesó que pagaba sobornos a un militar en Chiapas, un comandante en Guadalajara y un oficial en León, para que le permitieran hacer su trabajo. 

A pregunta del fiscal sobre si alguna vez había dado un soborno a García Luna, aceptó que no pero sí sabía “que otros miembros del cartel” lo hacían.

Tirso Martínez contó que cuando lo arrestaron en el 2014 intentó sobornar al comandante que estaba a cargo de la operación pero que éste le respondió “¡cabrón, sé que no tienes dinero!”. Dijo que aunque ya obtuvo su libertad en el 2001, aún debía pagar al gobierno de Estados Unidos dos millones de dólares de multas para lo cual, dijo, “ya estoy trabajando en eso”.

Ahora de nueva cuenta la defensa deberá hacerle un contrainterrogatorio para intentar hacerlo caer en contradicciones aunque, al igual, que Sergio Villarreal Barragán, El Grande, Tirso se notó bastante bien entrenado por la fiscalía para responder sin salirse de la estrategia.

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