Han pasado ya cinco meses del enfrentamiento entre pobladores y extorsionadores de la Familia Michoacana, en la comunidad de Texcapilla, municipio de Texcaltitlán, en el Estado de México; pero los vecinos todavía tienen temor, a tal grado que en la comunidad no permiten el ingreso de transporte público, ya que señalan a taxistas como “halcones” del grupo delictivo.
El 8 de diciembre de 2023 quedó marcado para los habitantes de Texcapilla, ya que su campo de futbol fue el escenario en el cual comerciantes y campesinos decidieron poner un límite a los miembros de la organización criminal con orígenes en Michoacán que los mantenían sometidos por las extorsiones; el saldo de aquel cruento día fue de 14 persona sin vida. La mayoría eran extorsionadores.
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Ahora, a poco más de cinco meses, el ambiente aún es tenso, no hay mucha movilidad en las calles pesar de que la zona sigue custodiada por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guardia Nacional (GN) y Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM), los cuales se encuentran distribuidos en diferentes zonas para detectar el posible acceso de los criminales.
“Lo que sí le puedo decir es que sí está caliente el asunto; bueno, ahorita como estamos aquí la gente se siente segura”, señaló un elemento del Ejército en una de las barricadas improvisadas con troncos de madera.
Sobre la carretera hay bases con llantas apiladas como barricadas, ahí hay policías estatales que se mantienen alerta, mismos que no permiten el acceso al transporte público a petición de los pobladores, que desconfían principalmente de los taxistas, ya que los consideran mensajeros de los delincuentes.
“No suben los taxis, no hay taxis por acá, no hay servicio público; ahorita iba una parejita con una niña, pasó una camioneta y les echó un raite”, relató uno de los elementos estatales, quien agregó que en caso de ver una unidad tienen la consigna de revisarla.
La manera de desplazarse a otros puntos depende de la organización de los vecinos, ya que se ponen de acuerdo con quienes tienen vehículos y se trasladan fuera de Texcapilla para pedirles "aventón”, pero por ningún motivo usan el transporte público.
A pesar de los elementos desplegados en la demarcación, los pobladores aún tienen miedo de que los criminales puedan ingresar en un descuido de las autoridades, ya que incluso – dicen– han recibido amenazas.
“Que como iba a estar la fiesta allá abajo en Ixtlahuaca, iban a hacer sus cosas por allá y que mientras el gobierno se fuera para allá iban a bajar acá a Texcapilla”, señalaron.
Esperan que las autoridades puedan construir una base de operaciones para las fuerzas federales en el centro de la comunidad, la cual fue una promesa que les dejaron, pero hasta el momento no ven avances, aunque agradecen que aún mantengan la presencia de fuerzas federales y estatales, ya que de la policía municipal dejaron de esperar ayuda.
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