Nunca traicioné ni robé a Joaquín El Chapo Guzmán y aún así intentó matarme en cuatro ocasiones, declaró ante la Corte de Estados Unidos Miguel Ángel Martínez, El Gordo, un ex piloto del capo y ahora testigo sin rostro del gobierno estadunidense.
"Si cuando estaba luchando contra mi extradición, nunca le fallé, nunca lo traicioné, nunca lo robé, jamás mencioné su nombre, cuidé de su familia y aún así me quiso asesinar cuatro veces, ¿cuántas amenazas más voy a recibir?", expresó El Gordo para justificar su presencia como testigo contra quien fue su patrón.
El llamado testigo sin rostro, por impedir que lo dibujen en la Corte, contó su trayectoria como colaborador y la ayuda económica y sicológica que ha recibido por parte del gobierno de los Estados Unidos, pues "ya no puedo dormir", dijo.
El Gordo, detenido en 1998 y extraditado a Estados Unidos en 2001, detalló que los 3 millones de dólares que ganó al servicio de Guzmán Loera los gastó en ayudar al capo y a su familia luego de que éste fuera arrestado en 1993.
Otra parte en que gastó sus recursos fue en los abogados para evitar su extradición y "en 10 o quince años de vivir".
Relato que vive en una ciudad de Estados Unidos y que necesita trabajar "día a día para pagar sus cuentas".
Su testimonio del miedo que sentía por El Chapo fue interrumpido por el juez Brian Cogan, quién recomendó a la Fiscalía "hallar la forma de basarse en evidencias y no en sensaciones".
Se espera que por la tarde la defensa del capo busque derribar algunas de las acusaciones lanzadas por el testigo sin rostro.
jbh