Vagón Rosa: sólo el color, porque la pesadilla sigue

Las víctimas han denunciado que los hombres aprovechan para perpetuar sus ataques, que van desde palabras lascivas hasta llegar al extremo de hostigarlas durante todo el trayecto.

Foto: Carolina León
Carolina León
Monterrey /

A pesar de que desde hace tres años se cuenta con un Vagón Rosa, en Nuevo León el Metro sigue siendo catalogado como un lugar de alto riesgo para las mujeres, al seguir dándose múltiples casos de agresiones tanto físicas como sexuales contra las usuarias, sin que las autoridades hagan valer este espacio exclusivo.

De acuerdo con información proporcionada por el Instituto Estatal de las Mujeres (IEM) se tiene que tan solo en el 2020 y aún estando en contingencia sanitaria por el covid-19, donde la movilidad se disminuyó en un alto porcentaje se registraron más de 50 incidentes de acoso sexual en el Metro, y un año anterior se tuvieron más de 60 reportes.

Las víctimas han denunciado que tanto en el espacio exclusivo como en los vagones mixtos, específicamente en horas pico, los hombres aprovechan esta oportunidad para perpetuar sus ataques, que van desde palabras lascivas, tocamientos, incluso llegar al extremo de hostigarlas y perseguirlas durante todo el trayecto para agredir las en múltiples ocasiones, ya sea dentro o fuera de las instalaciones.

Dichas conductas se han vuelto más frecuentes, ante la falta de vigilancia adecuada para hacer respetar el Vagón Rosa, ya que los guardias ya no solicitan a los hombres abandonar el espacio destinado para mujeres y personas con discapacidad.

Ante el hartazgo que produce esta situación, un grupo de mujeres ha convocado a jalar la palanca roja que hay en cada vagón para que los guardias bajen a los hombres.

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