El 11 de julio de 2013 fueron secuestrados Abel Prieto Ponce y Gabino Benítez Hernández, el esposo y el hermano de Angélica respectivamente, en el municipio de Córdoba, Veracruz. Diez años después, Angélica recibiría otro fuerte golpe cuando se enteró que su otro hermano, Epifanio Benítez Hernández, también desapareció. Sospechan que fue secuestrado en Coatzacoalcos, Veracruz, lugar donde habita la familia.
Gabino y Abel son operadores de tractocamiones y, semanas antes de su secuestro, acudieron al norte del estado en busca de empleo; sin embargo, se desconoce cómo fueron privados de la libertad. Los responsables nunca se comunicaron con la familia y a pesar de la denuncia no se sabe nada de ellos.
“En el caso de ellos si fue un secuestro, lo cual está confirmado. La denuncia se puso a nivel federal y esa búsqueda ya tiene diez años y hasta hoy sigo buscando a mi familia. No sé nada de ellos”, lamenta la señora.
Un poco temerosa, pero cansada de no encontrar respuesta en las autoridades, Angélica, a quien se la cambió el nombre por seguridad, decidió integrar al colectivo de búsqueda Unidos por amor a ti con sede en esta ciudad. Desde rastreo de terrenos, excavaciones, revisión de predios baldíos o pozos artesianos, de todo ha hecho Angélica para encontrar a sus familiares, sin que hasta el momento lo haya logrado.
Epifanio desapareció tras acudir a la zona rural de Coatzacoalcos
La tarde del 27 de agosto de este año, Epifanio Benítez Hernández, de profesión médico veterinario, recibió una llamada de una persona desconocida que le ofrecía comprar algunos de sus ganados en su rancho, por lo que se pusieron de acuerdo para ver a los animales en el ejido Cinco de Mayo, en la propiedad de Epifanio.
Este hermano de Angélica acudió a su parcela y después de revisar a sus animales, desapareció. Solo encontraron algunas de sus pertenencias y su automóvil cerca del rancho. Del presunto comprador no se sabe nada.
“Nosotros perdimos toda comunicación con él después del mediodía que fue al rancho. Ya después el día domingo en la noche, casi a la una de la madrugada, nos dirigimos al lugar con mis familiares, pero no encontramos nada más que su unidad. Ahí no se han parado las autoridades”, relata uno de sus hijos de forma anónima.
Un poco temerosos y acechados por la delincuencia, los recuerdos regresan para la familia Benítez Hernández. Se niegan a mostrar su rostro y prefieren omitir detalles de la desaparición de Epifanio. No es para menos: temen que en caso de que también haya sido secuestrado, sus captores le hagan daño.
Por Epifanio, al igual que por los dos primeros desaparecidos, ya existen denuncias y fichas de búsqueda, pero su paradero es incierto, lo que en ocasiones provoca desánimo en Angelica y sus hijos.
“Pero aquí estamos, y los vamos a seguir buscando hasta que los encontremos”, expresan. ”La familia Benítez: ejemplo de que las desapariciones aumentan en lugar de disminuir en Veracruz”, dijo el colectivo.
El Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), ubica al estado de Veracruz dentro de los primeros diez estados con más casos de desaparición a nivel nacional con dos mil 426 personas desaparecidas y no localizadas hasta junio de 2023. La crisis de desapariciones en el país, afirma la ONC, ha persistido del primero de diciembre de 2018 al treinta de junio de 2023 con 43 mil 119 personas desaparecidas registradas, de las cuales más del 74 por ciento son hombres y el 24 por ciento mujeres.
Los dos hermanos y el esposo de Angélica se encuentran dentro de las estadísticas y para Óscar Ramírez Trejo, representantes del colectivo de búsqueda Unidos Por Amor a Ti, la familia Benítez es ejemplo de que las desapariciones aumentan en lugar de disminuir en Veracruz.
“Esta familia ha sufrido un dolor similar en dos ocasiones y no tienen respuesta, por ello, con toda la familia hemos activado todo el protocolo de búsqueda, posteriormente la denuncia ante fiscalía. Sabemos que las primeras horas son importantes para nosotros para poder encontrarlos con vida. Esta triste familia ha sido revictimizada por el mismo delito dos veces”, señala Oscar.
Esperan que en el caso de Epifanio no pasen diez largos años de búsqueda, como ocurrió con Abel y Gabino.
“Quiero a mi hermano, que hagan su trabajo y que sea con inmediatez para que pronto pueda encontrar a mis familiares”, finaliza Angelica.
ABR