En el juicio oral por el feminicidio de Lesvy Berlín Rivera Osorio, quien se presume fue asesinada por su pareja, Jorge Luis González la madrugada del 3 de mayo de 2017, con el cable de un teléfono de una caseta ubicada en la Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quedó al descubierto la negligencia con la que actuaron autoridades capitalinas en la investigación, así como los indicios de una relación violenta que pudo culminar en un feminicidio y no en un suicidio.
En mayo de 2017 la noticia de que una joven fue hallada asesinada en la UNAM, con el cable de un teléfono alrededor de su cuello, estremeció a Ciudad de México. Al cabo de dos meses, la Procuraduría de Justicia (PGJ) determinó que la joven identificada como Lesvy se había suicidado al enredarse el cable y dejarse caer. Todo, enfrente de su novio Jorge Luis, a quien acusó de homicidio por no impedir su muerte.
La familia nunca creyó esta versión, la razón les fue concedida en octubre de 2017 cuando la quinta sala penal del Tribunal Superior de Justicia reclasificó el caso a feminicidio.
Finalmente este 9 de septiembre de 2019 comenzaron en el juzgado del Reclusorio Oriente las audiencias para presentar las evidencias que permitan determinar si Lesvy fue asesinada o se suicidó, y la pena que Jorge Luis recibirá por el crimen.
Más de 50 personas testificaron del 9 al 20 de septiembre ante los tres jueces que siguen el proceso. Entre ellos los peritos adscritos al Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) y la PGJ. Ambas instituciones ofrecieron una disculpa pública a la familia de Lesvy por falta de debida diligencia en la investigación del caso y ratificaron ante el tribunal su versión de que la causa de muerte fue asfixia por ahorcamiento.
El perito independiente de Guatemala, doctor José Mario Nájera, destacó dos factores por los que Lesvy no pudo suicidarse: estaba en estado de indefensión por el consumo de sustancias tóxicas, y el cable del teléfono no tenía el nudo que permite realizar las maniobras de suicidio, se necesitó un victimario para provocarle la asfixia.
UNA RELACIÓN DE VIOLENCIA
En el interrogatorio de testigos, al menos seis amigos de Lesvy narraron al tribunal, presidido por el juez José Juan Soto Pérez, cómo en diversos momentos de los cuatro meses de noviazgo de Lesvy con Jorge Luis, presenciaron escenas de violencia.
Carlos, quien fue el último en convivir con la pareja aquella madrugada del 3 de mayo en la UNAM, contó que meses antes, en otro encuentro, escuchó que Jorge dio tres cabezazos a Lesvy.
Laura, una amiga de la niñez de Lesvy, afirmó que ésta le confesó que era violentada por Jorge Luis en su relación.
La última vez que Carmen vio a Lesvy, le observó moretones en el brazo, le aconsejó que se cuidara. Natalia habitó la misma vivienda con la pareja en una casa de estudiantes; al menos tres veces por semana escuchaba a Jorge insultando a gritos a Lesvy, ella lloraba. Esteban se peleó en una fiesta con Jorge Luis porque éste amenazó a Lesvy con que se suicidaría con un cuchillo. Quetzalli presenció una escena de celos donde Jorge amenazó a Lesvy: “Yo nunca soy la víctima, siempre soy el victimario”.
En tanto, la PGJ presentó en la audiencia una reconstrucción de las videograbaciones de vigilancia que aportó la UNAM. Momentos previos a su muerte: se observa que Jorge intenta pegarle a Lesvy con la cadena de su perro, la tira al suelo de un codazo en la cara; después se ve a Jorge recargado en la caseta del teléfono y a Lesvy acercándose a él, la cámara hace un paneo que imposibilita ver el momento de su muerte.
A pesar de los indicios de violencia que se observan en los videos, el Ministerio Público no entrevistó a ningún conocido de la pareja como indican los protocolos de indagación en muertes violentas de mujeres. Fue hasta la etapa de investigación complementaria cuando los amigos fueron contactados por las asesoras jurídicas de la familia de la víctima, pertenecientes a las organizaciones Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio y Justicia Pro Persona AC.
Araceli Osorio, la madre de Lesvy, también declaró sobre la violencia institucional que vivió y el dolor de la pérdida de su hija. En las audiencias también se reveló como la UNAM no resguardó adecuadamente la zona del crimen y que Lesvy sí pertenecía a la comunidad estudiantil.
Será hasta la próxima semana cuando los jueces den a conocer su fallo.