Detectan alza en secuestros virtuales por WhatsApp en Guanajuato

Seguridad

El modo de operar de los delincuentes es clonando las cuentas de usuarios de la aplicación de mensajería

Whatsapp ya tiene 500 millones de usuarios.
Christian Rendón
Ciudad de México /

Autoridades estatales alertaron sobre una nueva forma de extorsión en la que criminales internos en penales principalmente detectados en el municipio de Altamira en Tamaulipas y Santa Martha Acatitla en el Estado de México simulan haber secuestrado a familiares enviando hasta fotografías por la red social WhatsApp del presunto secuestro.

Este tipo de secuestros virtuales utilizados para extorsionar a víctimas por sumas de dinero se están registrando todos los días a tal grado que ya se ha convertido en un asunto preocupante en donde quienes son extorsionados difícilmente recuperan el dinero que depositan.

El modo de operar de los delincuentes es clonando las cuentas de usuarios de la aplicación de mensajería a quienes les indican que son de un grupo de la delincuencia organizada y les ordenan aislarse en algún lugar que puede ser un hotel o una bodega donde les hacen tomarse fotografías que serán la evidencia del supuesto secuestro.

“La otra modalidad que hemos tenido recientemente es cuando las cuentas de Whatsapp, hay que recordar que es una cuenta en red social, aunque si bien la utilizamos para la mensajería, son, digamos, clonadas o son sustraídas en términos de ciberseguridad y esa persona, el delincuente accede a todos nuestros contactos a los cuales tiene la posibilidad de escribirles y hacer solicitudes, haciéndose pasar por el contacto que nosotros tenemos”, aseguró la secretaria ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad, Sophia Huett López. 

Con la cuenta clonada del supuesto secuestrado envían mensajes a sus familiares indicando que son un grupo delincuencial y que tienen a su familiar privado de la libertad por quienes llegan a pedir sumas millonarias.

Al final terminan siendo cantidades menores de acuerdo a la capacidad económica del familiar del supuesto secuestrado y terminan pidiéndoles que lo depositen en una tienda de conveniencia o departamental con horario extendido a fin de evitar el rastreo de la cuenta donde se recibe el dinero.

“La extorsión es un delito muy frecuente, cada vez más frecuente en cuanto que tenemos la mayor disponibilidad de medios que tenemos a nuestro alcance, es decir, empezó a incrementarse a partir de que dejamos los teléfonos fijos y migramos a teléfonos celulares y tenemos mayores redes sociales”, comentó la funcionaria estatal. 

Dijo que esta situación implica que en el momento de la denuncia las autoridades inicien una búsqueda de personas desaparecidas que la mayoría de las veces están a salvo, mientras que algunas familias sí caen en la trampa y hacen los depósitos monetarios.

Otra forma de operar agregó es en la que el delincuente haciéndose pasar por el familiar utilizando una cuenta clonada o información generalmente obtenida por Internet también argumenta que chocó o tiene una emergencia y pide que le depositen una cantidad específica de dinero.

Sophia Huett dijo que es muy difícil saber cuánto incrementaron las extorsiones durante los últimos tiempos ya que es un delito que tiene una gran cifra negra, pues las familias no lo denuncian cuando se dan cuenta que cayeron en una trampa porque ya se sienten a salvo.

De acuerdo a la página Efecto Prevención del gobierno de Guanajuato, los delincuentes eligen a sus víctimas de forma aleatoria o usan la información que encuentran en Internet, redes sociales o incluso telefonía celular.

En los perfiles de mensajería celular es frecuente ver la imagen del usuario del teléfono, de sus familiares e incluso los lugares que visita. Hay usuarios que incluyen su nombre y apellido en el perfil, lo que le facilita la búsqueda de información al delincuente durante su búsqueda en Internet.

En algunas modalidades, los delincuentes tomarán toda la información recolectada y se harán pasar por “hackers” ante la víctima, a quien le aseguran que obtuvieron la información personal de su computadora, tableta o teléfono celular. En otros casos, el delincuente envía las imágenes a familiares de la supuesta víctima, con el argumento de que deben pagarle para que no le haga daño.

Por ello recomiendan desconfiar de encuestas, entrevistas o promociones comerciales y evita dar tu información personal a supuestas empresas, aún y cuando realicen una oferta tentadora.


LAS MÁS VISTAS