A 27 años del magnicidio

Le presentamos un fragmento de una entrevista con Arnaldo Córdova, el extinto politólogo, especialista en la formación del poder mexicano e investigador, quien dialogó en esa ocasión sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta.

Luis Donaldo Colosio Murrieta era candidato a la Presidencia de la República. CUARTOSCURO
Héctor Benavides
Monterrey /

¿Quién mató a Colosio? 

“¿Quién mató a Kennedy?”, me replicó el entrevistado. 

En esta ocasión el diálogo era con el doctor Arnaldo Córdova, quien fuera investigador y politólogo, especialista en la formación del poder político mexicano, y padre del actual presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, quien dialogaba sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, ocurrido el 23 de marzo de 1994. 

Luis Donaldo Colosio tuvo un golpe de escena que fue fundamental: su discurso del 6 de marzo de 1994.

“Yo vi”, dice Arnaldo, “en ese discurso, una gran promesa –que dudo se pudiera haber realizado–, y fue la única crítica que pude hacerle. Sin embargo, en ese discurso hay cosas que nunca se habían dicho. Colosio propone una solución definitiva para el desarrollo de la reforma política, la separación entre el partido oficial –el PRI–, y el gobierno y la conversión del partido oficial en un partido partido, es decir, en un partido político, un partido que ya no dependiera en absoluto del gobierno y que se convirtiera en una maquinaria aparte.

“Y éste”, dijo Arnaldo Córdova, “es uno de los pocos puntos en los que yo me apoyo para dudar de que (Carlos) Salinas haya intervenido en el asesinato de Colosio. Porque Salinas lo que hizo durante su gobierno fue marginar al PRI, es decir, él tenía que tomar decisiones, a veces tan rápidamente, que consensuar acuerdos con los diferentes grupos de interés que están dentro del partido, le resultaba no solo molesto, sino un impedimento para lanzarse él en su política interior y exterior; es decir, Salinas realmente abusó del poder para marginar al partido (Partido Revolucionario Institucional).

“Ahora lo que hace Colosio es plantear la separación entre el poder del gobierno y el poder del Presidente y el partido oficial, que inmediatamente amenazaba la existencia de los diferentes grupos de poder y de interés que hay dentro del PRI. Ya se había marginado tanto al partido que no querían que esto terminara en una ruptura entre el gobierno y el partido.

“La solución a los problemas de conflicto entre los diferentes grupos que integran el PRI depende tanto de la intervención del Presidente, que éstos se sintieron amenazados por ese discurso.

“Yo podría aventurar –sigue diciendo el doctor Arnaldo Córdova– que ese discurso fue concretamente el que le costó la vida a Luis Donaldo Colosio”.

 

¿Entonces, doctor Córdova, quién mató a Colosio?

“Yo no excluyo a nadie, es probable que el mismo Salinas haya dicho: hay que matar a Colosio. Es probable que hayan sido los priistas de Baja California, porque según ellos, Colosio los había traicionado en la elección que ganó Ernesto Ruffo Appel, del PAN. Es probable que hayan sido gentes opuestas totalmente a la reforma del PRI, tipo grupo Atlacomulco, del profesor Carlos Hank; el grupo de Puebla, en fin, todos estos grupos políticos que circulan dentro del PRI. Cualquiera pudo haber matado a Colosio”.

Un año antes de esta conversación con el politólogo Arnaldo Córdova, el lunes 14 de marzo de 1994, nueve días antes del asesinato de Colosio en Lomas Taurinas, Tijuana, el candidato nos visitó en Canal 12, hoy Canal 6, donde lo entrevistamos para el programa Cambios.

Durante 30 minutos de la entrevista, Luis Donaldo Colosio lució cansado, contestaba en forma mecánica, se mostraba ajeno a lo que sucedía a su alrededor; algo le preocupaba y eso fue notorio para todos los que le rodeaban en el estudio.

 

¿Y la seguridad de Colosio?

Es importante destacar lo siguiente: desde cuatro días antes de su visita al canal –el jueves 10 de marzo de 1994–, personal del Estado Mayor Presidencial se instaló en el interior de la televisora y allí revisaron todo: puertas, pasillos, terrazas, accesos de vehículos y todos los rincones.

Pidieron la lista de todo el personal, turno por turno, y vivieron, comieron y durmieron entre nosotros durante cuatro días hasta concluida la visita y entrevista que se le hizo al candidato la mañana del lunes 14 de marzo.

Es difícil de aceptar entonces el descuido de los elementos de seguridad del Estado Mayor Presidencial nueve días más tarde, en Lomas Taurinas, Tijuana, Baja California. 

Contexto

La entrevista con Arnaldo Córdova es parte del libro 45 Años. Mi vida en Radio y Televisión

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