Familiares de Julian Assange —el fundador de WikiLeaks que filtró operaciones ilegales de Estados Unidos en las guerras de Irak y Afganistán— esperan que el respaldo que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha mostrado por el australiano se replique en otros países y ayude a poner presión en el gobierno estadunidense, el cual busca extraditar al periodista desde el Reino Unido para juzgarlo por espionaje.
“Va a resonar en todo el mundo estas acciones de López Obrador (...) Consideramos a AMLO una especie de rompehielos en este caso; él irá primero y otros lo seguirán después”, dijo Gabriel Shipton, hermano de Assange, en entrevista para MILENIO.
Gabriel y su padre, John Shipton, son invitados especiales del mandatario federal a los festejos patrios del 15 y 16 de septiembre, a los cuales también vendrán el ex presidente de Uruguay, José Mujica, y familiares del activista César Chávez, entre otros.
“La invitación a México es un tesoro que guardamos cerca de nuestros corazones”, dijo John Shipton. “Julian lleva detenido arbitrariamente durante 10 años y ahora tres años en la cárcel, una cárcel del tamaño de esta mesa, el doble. Por supuesto, estaría encantado de vivir en la Ciudad de México, de ser libre nuevamente. Y hay mucho amor por Julián en México y Sudamérica”.
En mayo, el presidente López Obrador reiteró su oferta de asilo político a Assange, quien, de ser extraditado, podría ser condenado a 175 años de cárcel. En julio, comentó que durante su visita a Washington le entregó al presidente Joe Biden una carta para defender al creador de WikiLeaks. Incluso declaró que Estados Unidos debería “desmontar la Estatua de la Libertad” si es que llega a condenar a Assange.
En su visita a México, los Shipton han aprovechado para exponer el caso de Assange, quien fue encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, Inglaterra, en 2019, tras permanecer siete años como inquilino en la embajada de Ecuador en ese país.
El domingo, acompañaron a un grupo de simpatizantes de Assange a manifestarse a las afueras de la embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México. Durante el resto de su estancia en el país, planean reuniones con legisladores, activistas y otros líderes que ayuden a difundir su mensaje. Para John Shipton, la intervención de López Obrador podría persuadir a otros líderes latinoamericanos para pronunciarse a favor de su hijo.
“América Latina ha estado al frente de la defensa de Julian Assange desde hace 12 años. Son una roca sobre la que descansa nuestro proyecto”, exclamó.
¿Inevitable extradición?
La última vez que Gabriel visitó a su hermano en Belmarsh fue en junio de este año. Entonces, comentó, pudo notar como el encierro le ha cobrado una factura al estado de salud de su hermano. Aseguró además que “en octubre del año pasado tuvo un derrame cerebral menor”.
“Está allí con los criminales más peligrosos del Reino Unido, estamos hablando de terroristas, asesinos; su celda tiene un asesino de cada lado y ni siquiera está cumpliendo una condena”, aseguró.
El panorama no es el más favorable para Assange, cuya extradición ya fue aprobada en junio por la ministra del Interior del Reino Unido, Priti Patel. Su futuro ahora depende de la Suprema Corte de ese país, la cual se encuentra analizando una impugnación entregada a finales de agosto.
“Julian tiene una última oportunidad o una última solicitud para impugnar ante el Tribunal Superior del Reino Unido. Ya presentó su impugnación y ahora espera que Estados Unidos responda a sus puntos de apelación antes de averiguar si el Tribunal Superior aceptará la solicitud. Si no aceptan la solicitud, es posible que sea extraditado bastante rápido” explicó Gabriel.
Durante su conferencia matutina este lunes, López Obrador dijo que si había oportunidad, tocaría el tema de Assange con Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, con quien sostuvo un encuentro esta tarde en Palacio Nacional. Hasta el momento no se ha informado si es que se abordó el tema en el encuentro.
dr