En Cuautitlán, Estado de México, continúa la falta de actas de defunción de cualquier tipo, incluso para quienes murieron por covid-19, por lo que familiares deben resguardar los cuerpos dos o tres días en su domicilio, ante la falta del documento.
"Los muertos se están quedando en sus casas, la gente está buscando la manera de tenerlos en resguardo; tenemos conocimiento de que por ahí hay un lugar donde pueden tenerlos en custodia, pero no tenemos la dirección todavía", narró Eduardo Salinas, de Servicios Funerarios Capillas de la Piedad.
Además, aseveró que "nosotros como funeraria no tenemos un lugar dónde tenerlos en custodia, la gente ha tenido que esperar hasta que los certifique un médico"; sin embargo, el documento tarda en llegar y su costo es elevado.
De acuerdo con el empresario funerario, existe un reparto de certificados de defunción "a las grandes clínicas, a los grandes hospitales; sí, porque la gente va y acude y les cuesta un certificado de 6 a 8 mil pesos en los hospitales de primer nivel, cuando el documento es gratuito".
El lunes hubo una movilización de médicos y agentes funerarios de la zona ante la Jurisdicción Sanitaria, ubicada junto al Hospital Vicente Villada, en donde les prometieron que la situación se regularizaría y que hoy recibirían, por lo menos, un certificado de defunción.
No obstante, hay enojo e insatisfacción de médicos, por ello, Onorio Vega comentó que "sí nos dieron un certificado de defunción para el fin de semana, pero de qué nos sirve un certificado de defunción".
El epidemiólogo Luis Vázquez expresó que "no es suficiente porque en un fin de semana, y más ahorita con la contingencia, llegan a fallecer hasta cinco o seis adentro de nuestro ámbito de trabajo y esto es prácticamente echar un volado".
Antes de la pandemia de coronavirus, trabajadores de clínicas privadas iban a diario a solicitar certificados de defunción, pero a partir de la emergencia sanitaria les asignaron el viernes y lunes. Hasta hoy llevan entre tres y cuatro semanas con la falta o dosificación de ese documento.
"Es algo que estuvo mal planeado a nivel estatal o a nivel nacional, pues no contaban con que iba a haber más de 60 mil muertos y eso lógicamente hizo que no pensaran en hacer más certificados de defunción, ahorita eso los ha sobrepasado", sentenció Onorio Vega.
Para Luis Vázquez el desabasto es a nivel estatal "el tiraje que tiene que hacer la Federación tiene que ser mayor porque desperdician mucho en los hospitales y eso ha traído como consecuencia que haya un desabasto y el problema es que los cuerpos están quedando demasiado tiempo en sus domicilios".
Indicó que "cualquier funeraria de la zona de Cuautitlán puede corroborar esa parte, ellos tienen que resguardar muchas veces el cuerpo porque no lo pueden certificar", ya que algunos cadáveres son de covid-19 y "pasan tres o cuatro días en un domicilio, lo que implica un riesgo sanitario para los familiares y la comunidad que está alrededor".
Agregó que el "desabasto es brutal y esto cada vez se está poniendo peor con la pandemia, hay más difuntos y los cuerpos permanecen mucho tiempo en los domicilios, esperamos que esto se regularice lo más rápido posible porque es un problema sanitario muy serio".
Pero no para todas las clínicas es la misma situación, pues Luis Saldívar, administrativo del ISSSTE, negó desabasto de certificados, "de hecho nos están proporcionando lo que requerimos por medio de oficio, pero sí, nunca nos han negado ningún certificado, ni nada".
Aunque para el encargado de la funeraria, Eduardo Salinas, "hay favoritismo, no se les está dando a médicos que tienen una clínica particular, que tienen un consultorio, afectando a los familiares, a la gente más desprotegida, porque se les tiene que mencionar que tienen que embalsamar su cadáver tres o cuatro días hasta que haya un formato, actualmente está pasando eso".
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