El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, rechazó un pleito entre el gobierno federal y el Instituto Nacional Electoral (INE), pues solo existe una iniciativa que cambia leyes secundarias en materia electoral y ya fue aprobada parcialmente en el Senado.
“Yo no veo un pleito entre el gobierno federal y el INE, lo que sí hay es una iniciativa de reforma a las leyes secundarias en materia electoral, que ya fue aprobada en el Congreso, parcialmente por senadores”, comentó.
Tras participar en la firma del convenio para la Construcción de la Paz con el gobierno de Hidalgo, solicitó a sus simpatizantes guardar las arengas de apoyo hasta después de abril, cuando los consejeros Lorenzo Córdova y Ciro Murayama dejen el cargo, a fin de evitar algún tipo de sanción.
“No, eso hay que guardarlo para después porque todavía me pueden sancionar Lorenzo (Córdova) y Ciro (Murayama), así que mejor vamos a aguantarnos, ya se van en abril y entonces ya hablaremos de eso para esa fecha”, pidió a quienes le gritaban “¡Adán, amigo, Hidalgo está contigo!”.
En entrevista con MILENIO, insistió en que el plan B de la reforma electoral no representa una guerra entre el INE y el gobierno federal; sin embargo, expresó que los consejeros y consejeras del instituto tienen la facultad de interponer los recursos pertinentes ante las instancias jurisdiccionales para dirimir este conflicto en caso de no estar de acuerdo.
Destacó que se respeta el derecho de la ciudadanía a manifestarse por estar en desacuerdo con esta modificación a la norma electoral, aunque consideró que existe mucha desinformación y “manipulación” de parte del Consejo General del órgano electoral en este tema.
“Creo que los consejeros, incluso los que ya se van, el señor Córdova y Murayama, están en su derecho de acudir a instancias judiciales que consideren pertinentes”.
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Ante el anuncio de consejeros del INE sobre interponer una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte para revocar esta reforma electoral, confío en que la autoridad jurisdiccional les dará la razón sobre el plan B, que se somete a consideración del Senado en febrero.
“Entiendo que anunciaron que van a intentar acudir ante la Corte en una acción de inconstitucionalidad, y ese es el camino para que si hubiese alguna diferencia se dirima, que sean los ministros quienes digan si la reforma está dotada de constitucionalidad o no”.
Reiteró que “no hay ninguna guerra, cuando menos de parte del gobierno federal, no creo que sea dañino para la vida política del país el que la ciudadanía pueda manifestarse; desde luego detrás de esta posición del INE hay mucha desinformación y manipulación, las cosas no son como las plantea”.
Sin temor
Pese a que el plan B aún debe pasar por el Senado antes de publicarse en el Diario Oficial de la Federación, el titular de la Segob descartó la posibilidad de que se modifique e incluso discuta, pues la Cámara de Diputados ya aprobó algunos puntos que no pueden evaluar.
“Creo que es un error de interpretación, porque la minuta regresó de la Cámara de Diputados a la de Senadores, esta no puede discutir lo que ya fue votado y aprobado. Hay un punto rechazado por la primera, pero va a quedar fuera de la discusión, hay que esperar a que sesionen los senadores y se procederá a la publicación de la reforma.
“Técnicamente no pueden volver a discutir el dictamen, sino recibir la comunicación de la Cámara de Diputados (...) por eso pedimos que hagan la declaratoria para que se publiquen los cinco apartados que sí y el otro hacerlo a un lado”.
Al rechazar la posibilidad de que la Corte declare inconstitucional esta reforma, declaró que el gobierno federal no contempla un proyecto adicional para lograr los efectos que pretende con el plan B.
Consideró adecuado el trabajo y coordinación con el INE, pese a los señalamientos del consejero presidente, Lorenzo Córdova, y sus pares, sobre la instrucción de “despedazar” al instituto.
“Desde el punto de vista institucional trabajamos cuando hay que hacerlo con el organismo electoral, sucede que no hay muchos que entienden que este país ya cambió. Los consejeros eran el botín de guerra de los partidos políticos, pregunten a Lorenzo cómo llegó a ser presidente o a Ciro Murayama cómo fue consejero”, apuntó.