Enclavado en pleno territorio de la exclusiva Zona Esmeralda de Atizapán de Zaragoza, el aeropuerto Jorge Jiménez Cantú, aunque se encuentra relativamente cerca de Ciudad de México y del AIFA, no es una alternativa viable para actividades ordinarias de vuelos y despegues. Su administración se encuentra a cargo del gobierno estatal mexiquense.
Por su ubicación geográfica es inviable, se encuentra detrás de los cerros de La Bisnaga y al lado de la Universidad Académica Valle de México de la UAEM; la pista solo admite aeronaves de hasta 8 plazas y pequeños aviones bimotor.
En el país se tiene un sistema aeroportuario integrado por más de 1,726 aeródromos y 84 aeropuertos, mientras que en el Estado de México se tienen dos aeropuertos internacionales y este aeródromo, en Atizapán de Zaragoza, que hace muchos años fuera administrado por autoridades municipales mediante una concesión que luego fue regresada junto con la administración del lugar al gobierno de la entidad mexiquense.
Aunque en este sitio se realizan en su mayoría actividades de vuelos privados y de práctica, también se tienen vuelos de placer y de traslado de pasajeros.
De acuerdo con la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) nuestro país cuenta con 80 aeropuertos registrados, pero no todos llevan a cabo las mismas operaciones respecto al tránsito de personas y el manejo de mercancías, carga y descarga de productos.
Tlaxcala es la única de las 32 entidades del país que no cuenta con un aeropuerto, debido que la superficie de su territorio no es apta para que pueda contar con uno.
En Atizapán de Zaragoza se construyó uno de los primeros aeródromos y quizás el único en el Valle de México, que originalmente, según la crónica municipal, se encontraba en los límites de la colonia Lomas Lindas, lugar donde se tenían incluso hangares para helicópteros.
Los fundadores del primer aeródromo de la entidad mexiquense fueron el maestro Jorge Antonio Manjarrez Amézquita, Amparo Franco, los hermanos Salvador y Brígido Rojas, y don Carlos Arcaraz Berruezo.
Ahí el aeródromo estuvo operando hasta los primeros años de la década de los años setenta, posteriormente, en 1977, se trasladó a Zona Esmeralda, al lado del Parque de los Ciervos donde permanece hasta ahora.
El aeródromo recibió una concesión de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes federal, la cual fue entregada al gobierno estatal en la administración de Carlos Madrazo Limón, argumentando la falta de recursos para rehabilitar la pista de ascenso y descenso, así como las instalaciones de la torre de control y hangares.
Actualmente en este lugar realiza sus operaciones de prácticas unas 6 escuelas de vuelo con aeronaves privadas, existe servicio de aerotaxi y además algunos particulares ofrecen servicio de vuelos de placer.
De acuerdo con capitán piloto aviador Rubén Alcaraz, al aeropuerto de Atizapán debido a que no tiene una buena visibilidad, cuando hay malas condiciones climatológicas y en vuelos nocturnos, el aterrizaje debe ser mediante el uso de instrumentación del tablero.
Este aeropuerto albergó el hangar del Club de Pilotos Pedro Infante, donde exhibieron artículos de colección del cantautor de Guamuchil, Sinaloa.
Los integrantes del club pagaron de sus propios recursos el traslado de una aeronave de 27 plazas, la cual perteneció al ídolo de México.
Sin embargo, la aeronave se encuentra abandonada en el exterior del aeropuerto de Atizapán de Zaragoza, según se dijo en la Administración, no se le permitió el ingreso debido a que el reglamento lo prohíbe, mismo que permite aeronaves de hasta 8 plazas o aviones pequeños bimotores.