El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva, afirmó que el atentado a la casa del Arzobispo Emérito de México, Norberto Rivera, fue una “agresión directa”.
En entrevista en la explanada de Iztacalco, el mandatario capitalino anunció que pedirán apoyo a las autoridades del Estado de México e Hidalgo, ya que los vehículos involucrados están plenamente ubicados y su ruta de escape fue hacía esos estados.
“La investigación es obviamente una agresión directa. Ellos llegaron con la intención de ingresar al domicilio, fueron tres personas. Obviamente se hace un seguimiento a los vehículos y se está trabajando con autoridades de entidades vecinas, principalmente del Estado de México y probablemente pidamos a Hidalgo también colaboración”, apuntó.
Resaltó que los atacantes sí lograron ingresar al domicilio, pero “no pudieron estar cerca del cardenal (Norberto)”, porque “ni siquiera llegan a pasar la zona del garaje, ni entrar a las habitaciones en donde estaba el cardenal”.
Agregó que uno de los agresores estaba herido y fue ubicado por las autoridades, ya que se encuentra bajo observación médica en un hospital de Naucalpan.
Manifestó que ha mantenido contacto telefónico con el cardenal, a quien le expreso que “íbamos a estar al tanto de la investigación, al tanto de su protección y que no íbamos a generar ningún tipo de esquema que no fuera relacionado para protegerlo”.
Destacó que Rivera tiene un dispositivo de seguridad para proteger su integridad personal, “ y él ha solicitado que se mantenga bajo reserva en cuanto a la información de la seguridad que tiene”.
“Obviamente, estamos al tanto, tanto de él como de quienes habitaban esa casa que son también religiosas, principalmente había mujeres que también son religiosas; entonces, vamos a estar al tanto del cuidado de todos ellos”, agregó.
Finalmente, sostuvo que hasta el momento no hay testigos de la agresión, salvo los dos guardias de seguridad y el sistema de cámaras de videovigilancia que en breve consultarán.
EB