Aguascalientes se prepara para acudir a las urnas el 5 de junio con el fin de elegir a la persona que ocupará la titularidad de la gubernatura, y se percibe que sea una mujer, pues hasta el momento todos los partidos y sus coaliciones tienen registradas a precandidatas.
Luis Fernando Landeros, consejero presidente del Instituto Estatal Electoral de Aguascalientes (IEE), califica de inédito este escenario y llamó a normalizarlo, pues en las dos últimas legislaturas en el estado más del 50 por ciento han estado representadas por mujeres.
A diferencia de estados vecinos como Zacatecas o San Luis Potosí, la inseguridad no es un tema que preocupe a las autoridades electorales, pues ir a votar no implica un riesgo para la ciudadanía, aseguró Landeros.
Respecto a la intención de presentarse una reforma electoral, Landeros explica como común que después de un proceso electoral se presenten iniciativas en la materia, aunque en este caso "llama la atención" que sea el partido ganador del 2018 quien lo vaya a realizar.
—¿Cómo se encuentra el IEE para este proceso electoral? ¿están más que listos o faltan detalles?
—Es normal en la percepción de la ciudadanía de que el proceso electoral está arrancando cuando en realidad en la institución, jurídicamente hablando, dimos inicio el proceso electoral desde el mes de octubre del año pasado.
Nosotros nos encontramos concentrados al 100 por ciento, no solamente desde octubre cuando dimos formalidad al inicio del proceso electoral con una serie de efectos, pero nosotros prácticamente desde el mes de agosto estamos preparando el proyecto de presupuesto para el 2022, pues estamos precisamente diseñando, planeando, todas las actividades que van a tener lugar para que el próximo 5 de junio todos los hidrocálidos podamos acudir a las casillas a ejercer nuestro derecho al voto.
Desde el 3 de enero nos encontramos en las precampañas que me imagino en las demás entidades se encuentran muy parecida, pues los reflectores mediáticos se encuentran hacia los partidos políticos, están concentrados en sus procesos internos, la selección de candidaturas, que como punto adicional aquí en Aguascalientes se percibe, van a a ser únicamente mujeres las que van a estar ocupando las candidaturas, ahorita esto obedece a la vida interna de los partidos, pero lo que ha estado trascendiendo en los medios de comunicación es que van a ser abanderadas en este proceso electoral, es la primera vez, es una cuestión inédita que aquí en Aguascalientes tendremos únicamente mujeres que van a estar en las candidaturas, pero de manera paralela, el Instituto Estatal Electoral se encuentra en la preparación de este proceso electoral.
—¿El que nada más haya un cargo de por medio hace más tranquilo el proceso o por el contrario?
—En cuanto hace a la administración del proceso electoral es muy parecido, también existe la falsa creencia que la complejidad o facilidad de un proceso electoral lo define el numero de cargos a renovarse.
Para las autoridades electorales es el mismo trabajo, tienes que instalar las mismas casillas, tienes que capacitar a los mismos funcionarios, hay algunos tramos donde sí pudiera generarse alguna cuestión de sencillez, por ejemplo, habrá menos boletas electorales que imprimir si lo comparamos con el 2021 que renovamos los ayuntamientos y el total de diputación, pues vamos a imprimir la mitad, alrededor de un millón.
El registro de las candidaturas va a ser muchísimo más sencillo procesar este tramo, es un solo cargo, cinco opciones políticas y de un cargo que es unipersonal, ni siquiera ofrece la opción de la suplencia, en comparación del año pasado con la presencia de una elección de ayuntamiento se multiplican el número de candidaturas, regidores y síndicos.
El hecho de que únicamente esté un cargo en juego, y nada más y nada menos que la gubernatura del estado, pues el componente político eleva por supuesto su complejidad, esperamos más denuncias, más quejas, sobre todo porque habrá más vigilancia al ser pocas las candidatas en circulación creo que va a aumentar ese factor.
—¿Cómo valora que vayan a ser la mayoría o todas mujeres las que compitan por la gubernatura? ¿Qué significado le da?
—Por un lado, que los partidos políticos, con esta tendencia y medidas que han estado tomando a nivel legislativo en el congreso, tanto en la Unión como en los estados, se han preocupado por fortalecer este sector de su militancia, tradicionalmente las candidaturas las ocupaban los varones y poco a poco, bueno es todo un tema el apoyo, el liderazgo político de las mujeres.
Aguascalientes siempre ha sido un ejemplo en ese tema en particular, llevamos dos legislaturas en las cuales logramos más allá del 50 por ciento ocupadas por el género femenino, se están ocupando los partidos políticos en cuanto al impulso del liderazgo de las mujeres hacia lo interno.
Es una cuestión inédita, si bien es cierto llama la atención creo que debemos normalizar este tipo de circunstancias, al final de cuentas son decisiones internas de los partidos políticos que obedecen al liderazgo de sus principales cuadros.
—¿Hay mayor riesgo de ver en esta elección violencia política en razón de género?
— Si, claro que sí, existe el riesgo, es un tema que también el legislador ha generado ciertos parámetros o instrumentos jurídicos a la mano, el reto va a ser que esta figura realmente se utilice para lo que es y que evite la violencia política en razón de género en contra de las mujeres.
La cuestión inédita es que van a ser puras mujeres, pero esta figura de la violencia también puede ser generada por las propias mujeres, no es exclusivamente el victimario siempre un varón.
Para la institución sí va a ser un reto en este proceso electoral la violencia política de género con el matiz de que vamos a tener en el escenario prácticamente mujeres en las candidaturas.
—En muchos estados del país el tema de la inseguridad preocupa, en particular en un momento con una elección a punto de vivir. ¿Cómo lo ven en Aguascalientes?
—En Aguascalientes tenemos, a diferencia de estados vecinos hablando de Zacatecas, Jalisco o San Luis Potosí, gozamos de índices, en cuando hace a la inseguridad, pues muy benéficos para la ciudadanía, no gozamos de esta percepción de inseguridad o incertidumbre.
Los procesos electorales, y no hablo del año pasado sino de los últimos seis o siete años, siempre se han caracterizado en Aguascalientes por ser pacíficas las jornadas electorales. Nunca hemos dejado de instalar una sola casilla por ningún tipo de tema, por supuesto que incluido el de inseguridad. Nunca hemos tenido secuestro de urnas, cuestiones que aquí vemos muy lejanas, no cuanto a distancia sino a la percepción que tenemos como ciudadanos, para nosotros la actividad de ir a emitir nuestro voto no implica una cuestión de riesgo a nuestra integridad física, para nada, es una tendencia que todos y todas tenemos muy ciertas de hacer todo lo posible para evitar una cuestión como Guanajuato o Zacatecas en los cuales los índices sí impiden muchas veces el ejercicio del voto y sí es un factor que infiere en la participación ciudadana.
Afortunamente, Aguascalientes no vive ese clima de inseguridad que viven lamentablemente la mayor parte del país y la actividad electoral no tiene una injerencia negativa para emitir nuestro voto.
—Con base en otras elecciones para la gubernatura, ¿la gran mayoría ha rebasado el 50 por ciento de participación o cómo ha sido?
— Normalmente la elección, tanto la presidencial como la de gubernatura tiene sus propios reflectores muy particulares que atraen un poco más al electorado y siempre andamos rondando en el 50 % o un poco más.
El año pasado nos llamó la atención es que en una elección, en la cual únicamente renovamos ayuntamientos y las diputaciones del Congreso del Estado, registramos un índice alto de participación, máxime que el antecedente inmediato era el 2019 en la que únicamente renovamos ayuntamientos y penosamente tuvimos el porcentaje menor históricamente, el 38 % aproximadamente.
Esperamos contar con un porcentaje mayor, los trabajos que lleva a cabo esta autoridad electoral justamente están garantizando o están enfilados a ello, a que los ciudadanos tengan la certeza de que tendrán una casilla a su domicilio, habrá una boleta esperándolos destinada para cada ciudadana o ciudadano y garantizar el debido derecho de todos los derechos políticos como el votar y ser votado.
—A veces se habla que el voto de un sector de la población puede definir una elección, ¿en el caso de Aguascalientes ve una tendencia de que un sector pueda definirlo?
—Siempre el voto de la población joven creo que es un tema pendiente y es digno de análisis, sobre todo tanto de las autoridades como de los partidos políticos, valorar y hacernos una autocrítica del por qué el joven no acude a las urnas; ¿falta de información? puede ser, falta de cuadros atractivos para este sector de la población, pero sin lugar a duda el sector de la población que menos vota, penosamente, es el voto joven.
Si esta abstención tan grande que se presenta de este voto del sector de la población se manifestara en las urnas por supuesto que generaría la tendencia del ganador, por supuesto que definiría la opción ganadora si se volcaran a la urna este sector de la población.
—Hay una preocupación de un sector de la población por polarización, de críticas de actores políticos al INE por diversos temas, ¿esta polarización llega a repercutir en Aguascalientes? ¿Cómo lo viven ustedes?
—Por supuesto que nos afecta, por supuesto que nos llega. Estamos desde 2014 en un esquema, un sistema nacional de elecciones. El INE como tal tiene presencia en procesos locales, los que vivimos elecciones antes de ese año con el IFE eran a cargo de la autoridad local y cuando eran federales intervenía la autoridad federal.
Del 2014 a la fecha, el INE instala las casillas, determina el número que se van a instalar; notifica y capacita a quienes van a estar como autoridades el día de la jornada electoral y van a contar nuestros votos de primera mano, eso tiene un impacto a nivel local; el INE fiscaliza a los partidos políticos, candidaturas, tanto nacionales como locales, de tal manera que cualquier ataque al órgano central de este sistema nacional de elecciones por supuesto que afecta a las autoridades locales.
No podemos hacer un distingo qué afecta y qué no porque estamos inmersos en este sistema en el que el INE funge como un órgano rector, de tal manera que cuando sufre ataques tiene una repercusión en la periferia.
—¿Qué tan peligroso es esto para la democracia mexicana estas críticas constantes al órgano electoral, la eventual reforma que hay mucha expectativa?
—Cada proceso electoral, me refiero a la eventual reforma electoral, cada elección, a nivel local o federal, llama a la reflexión al legislador y normalmente si uno revisa los antecedentes históricos en materia legislativa siempre después de un proceso electoral deviene una reforma en la materia.
Si remontamos a la elección más competida y con problemas poselectorales que todo mundo recuerda la del 2006, pues devino una gran reforma electoral en 2007 en la cual se estableció un nuevo régimen de los tiempos de radio y televisión a los partidos políticos, prohibición de adquirir a éstos mismos, esto devino de exigencias derivadas del proceso electoral.
La gran última reforma a nivel federal, 2014, pues también devino del proceso electoral del 2012, de tal manera que la presencia de una reforma electoral no debería llamar la atención por sí misma, la cuestión aquí es que normalmente las reformas electorales las impulsan las opciones que quedaron en segundo lugar, no las ganadoras, a diferencia de cómo se está generando en esta ocasión, el partido en el poder es el que está impulsando esta reforma, es una cuestión única y exclusivamente que llama la atención.
Como riesgos, una reforma electoral no tendría que estar en el tintero como una situación de riesgo para el sistema electoral, creo que viene bien una reflexión por parte del legislador, siempre la elección deja áreas de oportunidad que deben corregirse, siempre la norma va atrás de los hechos, de tal manera que siempre después de ponerse en práctica una reforma electoral siempre hay ajustes y deben hacerse, creo que eso no debe de sorprendernos ni de considerar que está en riesgo nuestra democracia.
JLMR