La República Árabe Saharaui Democrática es un país joven; en 1976 obtuvo su independencia de España aunque a la fecha tiene conflictos con Marruecos por disputa del territorio saharaui. Es reconocido por 84 Estados como nación, incluido México.
“La experiencia histórica mexicana es similar a la saharaui por las invasiones extranjeras que ha tenido”, comenta el también ministro consejero encargado de negocios de la República Árabe Saharaui en México. Benito Juárez, así cómo Emiliano Zapata son personajes que inspiran al embajador.
¿Cuánto lleva viviendo en México?
13 años, aunque algo me dice que este es el último, va a haber cambios. El Frente Polisario, que es nuestro movimiento, está preparando su próximo congreso para realizar una reelección de la dirección del Frente.
¿Cómo llegó al país?
Yo trabajaba en la delegación Saharaui para España en Madrid, estaba en una conferencia en una universidad, iba caminando por la calle, sonó mi teléfono y recibí una orden: “Estás designado para México”, automáticamente pasé por la biblioteca y compré un libro de la historia de México.
“Pensé que estaría mínimo siete años por lo que decidí aprovechar y estudiar la carrera de relaciones internacionales en la UNAM”.
¿O sea que a la par de sus funciones diplomáticas estudió relaciones internacionales?
Sí, cuando llegué a México busqué apoyo en un amigo que me llevó a la Rectoría de la UNAM para buscar la forma y entrar, pero fueron muy duros. Me mandaron a la embajada una profesora con un dossier de casi 250 preguntas y era tan seria que hasta trajo un lápiz para que yo lo usara, claro, tuve algunos problemas con las preguntas de historia de México pero, gracias al libro que compré en Madrid, pude responder algunas preguntas.
¿A qué edad empezó a estudiar Relaciones Internacionales?
Fue en 2005 y tenía 52 años. Al final de la carrera mi promedio fue de 9.8, pero en el último semestre tomaba vitaminas porque estaba muy cansado.
Supongo que sus compañeros lo invitaban a fiestas
Sí, por ejemplo una chica me invitó por su cumpleaños, yo no sabía dónde era, y de repente estábamos entre música de show ¡imagínese un diplomático ahí sentado! ¡Madre mía! ¿Qué hago yo aquí? Solamente estuve media hora.
¿No le gusta bailar?
Nunca he tenido tiempo para eso, formo parte de una causa y lucho por un pueblo, entonces para los goces nunca he tenido tiempo.
¿Y ha tenido tiempo para el amor?
El pueblo saharaui, si no hubiera sido por el amor que nos tenemos, sería una tumba sobre la cual cantarían los marroquíes.
“A mucha gente cuando le hablan de amor se le viene a la mente una pareja, el amor es mucho más profundo”.
¿Para usted, qué es el amor?
Es muy complejo, es un instrumento que puedes utilizarlo para atraer todo lo que quieras hacer en la vida con tus padres, pareja, vecinos, hijos, etcétera. El amor es una decisión y actitud que puedes tener en la vida hacia todo, cuando tú quieres a todos, muchos te quieren, y cuando quieras a todos, el universo te ayuda.
¿Cómo enamoró a su esposa?
Yo conocí a mi esposa, ya falleció, en una velada, estuvimos platicando y sentimos cierta química y quedamos en vernos después. Nos vimos, decidimos juntarnos y estuvimos casados 43 años.
En esos años jamás intercambiamos alguna palabra altisonante, era como llevar un día de casados, ¿por qué? Porque lo negativo que ella tenía lo olvidaba y viceversa, buscábamos lo mejor de los dos, nos mezclábamos para crear una sola persona.
¿Cómo es su rutina?
A las seis de la mañana me despierto, medito y rezo, soy musulmán, tomo un vaso caliente con limón. Desayuno fruta y té, oriundo de allá, veo MILENIO Televisión y leo los periódicos. Después me alisto, reviso la agenda, checo el correo electrónico y WhatsApp, respondo a todo. Si tengo alguna reunión fuera me muevo, al mediodía como y tomo una siesta. Por la tarde recibo persona para revisar proyectos. Cuando tengo la tarde libre salgo a caminar de la embajada al Zócalo, vengo del desierto y caminar es parte de mi vida, trato hacerlo por dos o tres horas.
¿Qué le gusta de México?
Su gente, es extraordinaria y los museos.
¿Tiene uno favorito?
Todos me gustan, como el de Antropología e Historia.
¿Y qué hay de nuestra comida?
Sí, aunque no logré comer chile.
¿Algún platillo predilecto?
La barbacoa me encanta pero sin picante.
¿Hay algo que no consuma?
Yo tengo una dieta, no como carne de cerdo, nunca he probado alcohol ni refrescos y tampoco los chapulines.
¿Hay algún persona mexicano que admire?
Yo he leído mucho sobre Benito Juárez, su forma de lucha me gustó mucho y también la revolución de la tierra de Emiliano Zapata.