Los mandatarios estatales y municipales han dejado de recibir en lo que va del año 65 mil 655.7 millones de pesos que corresponden al gasto federalizado del Ramo 23, conocido como el fondo de los moches.
Esta cifra representa más que la suma de los recursos destinados a dos programas prioritarios de la administración de Andrés Manuel López Obrador: Jóvenes Construyendo el Futuro (44 mil millones de pesos) y Sembrando Vida (15 mil millones).
De acuerdo con los Informes Trimestrales de Finanzas Públicas de la Secretaría de Hacienda, de julio a septiembre pasados el apoyo federal repartido a las 32 entidades cayó 72.8 por ciento respecto al año pasado.
Los recursos asignados por esta vía han venido a la baja durante todo el ejercicio, por lo que los estados obtuvieron menos recursos respecto al mismo periodo de 2018; este año se pagaron 25 mil 809.8 millones de pesos y en el pasado, 91 mil 465 millones.
Asimismo, esta caída ha afectado más a las entidades opositoras que a las de Morena: en siete gobernadas por PAN y PRI los recursos bajaron entre 88 y 93 por ciento al cierre de septiembre, mientras que Tabasco solo ha visto reducido el apoyo federal en 7.7 por ciento, Ciudad de México en 32.4 y Veracruz en 57.5. Puebla es la excepción, con 86 por ciento.
El Ramo 23 está compuesto por el Fideicomiso para la Infraestructura en los Estados (FIES), del cual no se ha gastado un solo peso durante los primeros nueve meses de 2019, y del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), del que se han repartido 3 mil 332 millones de pesos.
También es llamado Provisiones Salariales y Económicas y permite atender las obligaciones del gobierno federal cuyas asignaciones de recursos no corresponden al gasto directo de las dependencias ni de las entidades a través de fondos específicos.
Actualmente existe un debate en el cual los diputados de Morena plantean desaparecer este ramo para evitar los moches entre los legisladores y los presidentes municipales o autoridades estatales.
En lo que va de 2019 el fondo ha caído en promedio 72 por ciento y en algunos estados, como Sinaloa, Durango y Yucatán, el descenso supera 90 por ciento en comparación con los destinado en 2018.
Sinaloa dispuso de 3 mil 912.1 millones de pesos menos, equivalentes a 93 por ciento; Durango con una disminución de 92 por ciento, es decir, 2 mil 421 millones, y Yucatán con un decremento de 2 mil 108 millones, 90 por ciento menos; esto es en términos reales en cada una de las demarcaciones.
Otros estados que registraron una baja importante fueron Estado de México, con 89.8 por ciento; Querétaro, con 89.2; Puebla, con 86.2; Oaxaca, con 85.3, y Baja California Sur, con 88.1.
De estas entidades que encabezan la lista de caídas en el fondo de moches, solo Puebla es gobernada por Morena, aunque en el momento de aprobar el presupuesto estaba por tomar posesión la panista Martha Érika Alonso.
POR TIPO
Del Ramo 23, otros 22 mil 477 millones pagados se distribuyen en diferentes tipos de subsidios entregados que se destinan al desarrollo regional, de acuerdo con lo señalado en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019.
Organizaciones como México Evalúa también han cuestionado la asignación de este tipo de fondos, pues al carecer de reglas de operación específicas abre la puerta a la discrecionalidad y a su uso como herramienta de control político.
Sin embargo, gobernadores como Javier Corral, de Chihuahua, o Enrique Alfaro, de Jalisco, expresaron su malestar y preocupación porque ante la falta de recursos federales no contarán con el dinero necesario para financiar proyectos de obra pública.
Por tal motivo, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria señala que la disminución de recursos del Ramo 23 forzará a los estados a realizar presupuestos de egresos sostenibles, ya que no recibirán los excedentes de ingresos que el gobierno federal les otorgaba cada fin de año.