Mientras un par de caravanas migrantes marcha por territorio mexicano, los albergues en Ciudad de México para atender este tipo de población ya están a su máxima capacidad y, ante la preocupación, lanzaron un llamado de auxilio a las autoridades federales y locales.
En la capital solo hay cinco refugios para atender a la población migrante: la Casa de Acogida, Formación Empoderamiento de la Mujer Migrante y Refugiada (Cafemin), Casa Tochán, Casa Fuentes, Casa Mambré y uno más de la Arquidiócesis de México, pero ante el incremento de la demanda de atención, las organizaciones religiosas han tenido que buscar por lo menos dos espacios más para recibir a las familias, en su mayoría haitianas.
MILENIO visitó dos de estos albergues, Cafemin y Casa Tochán, que en los últimos meses han tenido que duplicar su capacidad y prevén volver a tener un aumento en la demanda en los próximos días, pero la atención será imposible.
Gabriela Hernández, directora de Casa Tochán, explicó que dicho lugar regularmente tiene hasta 30 camas para atender a los viajeros; en los últimos dos meses tuvieron que ampliarlas a 47, construir nuevos baños y agrandar el comedor. Todo con la colaboración de las organizaciones sociales, pues han buscado la ayuda del gobierno capitalino, pero no ha habido respuesta.
“Ahorita estamos llenos, crecimos en la oleada de haitianos, pero tenemos previsto que vamos a estar igual de llenos que en septiembre, tendremos que poner colchonetas para tener espacio y acoger a las personas”, señaló.
Cafemin está en la misma situación. Regularmente este albergue, manejado por religiosas josefinas, atiende a 90 personas, pero en menos de dos meses creció la atención a 205 migrantes que, en su mayoría, son familias de hasta nueve miembros y adolescentes no acompañados.
La hermana María Magdalena Silva, directora del albergue de la Cafemin, advierte sobre la urgencia de colaboración entre organizaciones sociales y el gobierno local y federal, de lo contrario, la crisis humanitaria será mayor en la capital del país por la próxima llegada de las caravanas.
“Nos preocupa mucho porque sabemos cómo está reaccionando el gobierno federal y local en Ciudad de México y sabemos que no va a haber ningún apoyo como en otras ocasiones para otras caravanas”, advierte.
Cuenta que desde que comenzaron a llegar las oleadas de migrantes haitianos solicitó ayuda al gobierno de CdMx, pero no han obtenido respuesta.
“Siempre se ha dicho que es una ciudad hospitalaria y hay una ley de interculturalidad, hay un programa de atención a migrantes, pero pues la vemos muy apática, muy indiferente”.
Solo con el trabajo de los voluntarios, cuenta, es posible atender las múltiples necesidades de una población que llega con un profundo estrés, ansiedad y desnutrición, por lo que se les brinda atención de salud, educación, capacitación laboral con talleres y orientación jurídica.
“Lo que queda es seguir presionando al gobierno de CdMx para que responda (...) porque la sociedad sola, los albergues no vamos a poder, no somos suficientes, ni contamos con los recursos”.
Además, hicieron un llamado a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados para que agilicen los procesos de solicitud de refugio pues, de lo contrario, se reducen las posibilidades de los migrantes para conseguir algún empleo y una mejor vida.