Hace un mes, MILENIO entrevistó a César Arturo Valencia Caballero, presidente municipal de Aguililla, Michoacán, cuando el Ejército tomó el control de la mencionada población que era disputada por el Cártel de Jalisco Nueva Generación, con otras organizaciones criminales.
Arturo Valencia comentó que el operativo de los soldados “ya se venía venir”, debido a la ola de violencia en esta zona de la Tierra Caliente.
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Hoy, el alcalde fue asesinado. Ésta fue la entrevista que nos concedió junto con otros personajes de la región:
“Ya se veía venir el operativo, ya se tenía presencia en otros municipios aledaños. El sábado pasé para Morelia y vi la presencia ya militar y Guardia Nacional y policía Michoacán”, narró César Arturo, presidente Municipal de Aguililla.
El alcalde fue entrevistado cuando cientos de militares tomaron el control de la seguridad de Aguililla, municipio emblemático del Cártel Jalisco, porque ahí nació su líder Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho.
Con vehículos blindados y artillados con rifles calibre 50, los militares fueron vistos en las calles del municipio.
Tras recuperar el control del cuartel ubicado al ingreso de Aguililla, que estaba tomado por un grupo de civiles, los militares dieron un manotazo de autoridad.
Con los primeros rayos del sol, llegaron más soldados. Poco después de las 10:00 horas incursionaron en el pueblo donde nació El Mencho.
Por aire, dos helicópteros vigilaron la llegada de las fuerzas del orden, en un despliegue de fuerza nunca antes visto en la región.
Los pobladores esperan que, con el arribo de las fuerzas armadas, la paz regrese a tierra caliente.
“Bueno mira, la presencia del gobierno tiene mucho que ver con el punto al que hemos llegado, porque en realidad creo que hemos ido de mal en peor y bajando cada vez más. Yo hace mucho dije es como estar descendiendo a los círculos del infierno de Dante y poco a poco ha sido más la necesidad y más la urgencia. Yo pienso que la necesidad de una entrada así es muy grande porque no estamos acostumbrados a eso, pero el gobierno tendrá razón para hacerlo de esa manera, porque tiene también la experiencia de guerras y batallas perdidas”, señaló el padre Gilberto Vergara, padre de Aguililla.
Pobladores del Aguaje dejaron sus casas ante el temor de una escalada de violencia en la región por la posibilidad de que otro grupo criminal, que no sea Cártel Jalisco, intente apoderase de la zona.
“Vivimos con el Jesús en la boca porque el gobierno viene metiéndose y detrás del gobierno vienen los “lacras”, narró uno de los desplazados, que encontró refugió en la iglesia de Aguililla.
El Aguaje luce abandonado. Desde hace cuatro años, la mayoría de sus habitantes huyeron por los constantes enfrentamientos entre miembros del Cártel Jalisco y los Caballeros Templarios.
En Aguililla, los militares cavan trincheras en cerros para protegerse de las balas en caso de algún enfrentamiento.
En enero del presente año llegaron a Michoacán más de mil 500 efectivos federales, entre elementos de la Sedena, Guardia Nacional y Policía michoacana, los cuales recuperaron territorios dominados por el CJNG en los municipios de Coalcomán, Tepalcatepec, Buenavista Tomatlán y ahora Aguililla.
Los militares siguieron avanzando rumbo a la sierra que conecta Aguililla con el Puerto de Lázaro Cárdenas, por donde ingresan los precursores químicos para la fabricación de drogas sintéticas.
FS