Los recipientes metálicos (tambos) que contuvieron aceites o aerosoles son considerados como residuos peligrosos, de acuerdo con un estudio elaborado para la Asociación Mexicana de Distribuidores de Motores (AMDA).
Por lo tanto, acumular agua en ese tipo de tambos que hayan transportado estos materiales o algún otro de tipo químico, es nocivo para la salud, comentó el director de Bomberos Nuevo León, Alejandro Zúñiga Alarcón.
Según la Organización Mundial de la Salud, el agua contaminada y el saneamiento deficiente están relacionados con la transmisión de enfermedades, como el cólera, otras diarreas, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis.
En 2017, más de 220 millones de personas necesitaron tratamiento preventivo para la esquistosomiasis, una enfermedad grave y crónica provocada por lombrices parasitarias contraídas por exposición a agua infestada.
“Los recipientes vacíos metálicos que contuvieron aceite, aerosoles, al haber estado en contacto con sustancias peligrosas, como aceites, en consecuencia serán considerados como residuos peligrosos. Los aerosoles vacíos, ya sea metálicos, incluidos recipientes a presión vacíos, contienen una matriz sólida porosa peligrosa.
“Los componentes peligrosos son: destilados de petróleo, solventes parafínicos derivados, aceite residual hidrogenado, aceite residual pretratado, así como envases, recipientes, embalajes y suelos que hayan sido contaminados cuando se transfieran a otro sitio”, señala la AMDA.
Los residuos peligrosos son aquellos que poseen alguna de las características como corrosividad, reactividad, explosividad, toxicidad, inflamabilidad, biológico-infecciosos.
Zúñiga Alarcón comentó que existen negocios que se dedican a la venta de contenedores usados como tambos metálicos y de plástico, en los cuales se transportó en su momento materiales corrosivos como ácidos, cloros, hidrocarburos, entre otros.
“Y muchos de esos contenedores, por así llamarlos, fueron usados para el transporte o resguardo de materiales químicos, etcétera, los cuales pueden ser altamente nocivos para la salud.
“Si la población adquiere esos tambos, debe de considerar que por esos motivos no pueden utilizarlos para consumo humano, ni para el aseo personal”.