AMLO: “A los conservadores no les va a ser posible revertir los cambios”

AMLO | Año 1

Festejo. Al rendir su cuarto informe de actividades, el Presidente pide más tiempo para “consolidar la transformación” y establecer las bases de la “patria nueva”.

López Obrador estuvo acompañado por su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller. (Héctor Téllez)
Jannet López Ponce
Ciudad de México /

El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que en diciembre de 2020 estarán establecidas las bases de la cuarta transformación y será “prácticamente imposible” que la oposición pueda revertir la “patria nueva” y volver a la corrupción, a la descomposición institucional y social, a los fraudes electorales o a la fallida estrategia de seguridad basada en el “mátalos en caliente”.

En el Zócalo capitalino, donde rindió su cuarto informe de actividades a un año del comienzo de su gobierno, el mandatario dijo que en un año más también será imposible regresar “a la época de oprobio que significó el periodo neoliberal, pues “tendrían que esforzarse muchísimo y pasar muchas vergüenzas para retroceder a los tiempos aciagos de la corrupción, de los contratos leoninos, de la condonación de impuestos, de los fraudes electorales, del abandono a los jóvenes, del racismo y del desprecio a los pobres.

Destacó que, además del combate a la corrupción, el cambio más notorio en cuanto a las políticas que maneja este gobierno es en seguridad pública, pues nunca volverá a “la desquiciada estrategia” de la guerra, las masacres, los ajusticiamientos y exterminios, que solo llevó al “desprestigio” de las fuerzas armadas como parte de las malas decisiones del ex presidente panista Felipe Calderón y que, argumentó, es la razón de los índices de violencia que hoy se padecen.

“El resultado fue catastrófico y esa estrategia dejó un saldo pavoroso de muertos, desaparecidos y lesionados; una crisis de derechos humanos, una descomposición institucional sin precedente y un gravísimo daño al tejido social. El país padece aún las consecuencias de esa política equivocada”, señaló.

Durante ocho minutos, el Presidente comparó su gobierno con la última administración panista al recordar que el 2 de enero de 2007, Calderón, “para tratar de legitimarse luego del fraude electoral”, dio inicio a la guerra contra el narcotráfico en Apatzingán, Michoacán, y “esta irresponsable decisión condujo a soldados y marinos a una lucha frontal contra la delincuencia organizada bajo la consigna de limpiar como fuera, y en el alto mando militar se decía a los oficiales: ‘ustedes acábenlos y nosotros nos encargamos de los derechos humanos’, lo que generó un alto índice de letalidad”.

En medio de aplausos de respaldo, destacó que un ejemplo claro de la nueva política de seguridad fue la actuación de su gobierno ante “la crisis de terror” que se vivió la tarde-noche del jueves 17 de octubre en Culiacán, Sinaloa, con motivo de la detención de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán.

“En esa verdadera prueba de fuego en la que la delincuencia salió a la calle con armas de alto calibre y se vivió un alto riesgo, se prefirió detener el operativo y liberar al implicado para evitar una masacre en la que habrían perdido la vida centenares de personas, la mayoría civiles, gente inocente, según el cálculo de las fuerzas armadas. Podrán decir nuestros adversarios que demostramos debilidad, pero nada vale más que la vida de las personas”, expresó López Obrador.

El mandatario aprovechó para reiterar su agradecimiento al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por el respaldo y respeto que expresó tanto en este caso como en el reciente ataque a la familia LeBarón, en el que fueron asesinados seis niños y tres mujeres.

“Fue respetuoso y ofreció la ayuda, y al mismo tiempo respetó nuestro derecho soberano a decidir con independencia y libertad. El gobierno de México cumplirá con responsabilidad de hacer justicia. No aceptamos ningún tipo de intervención, somos un país libre y soberano”, insistió.

Paz, principal pendiente

López Obrador reconoció nuevamente que la pacificación sigue siendo su principal pendiente e insistió en que los índices delictivos reducirán con perseverancia, trabajo coordinado y ofreciendo mejores oportunidades de desarrollo a los que menos tienen, acompañado de la estrategia para reducir el consumo de drogas que, señaló, es solo una “felicidad efímera”.

Reiteró su rechazo a la tortura o desaparición y sostuvo que el Estado mexicano ya no es el principal violador de derechos humanos, pues “el Ejército y la Marina no se han utilizado ni se utilizarán para reprimir al pueblo”.

Por lo que pidió un aplauso para los soldados y marinos que “han aceptado el desafío de garantizar la seguridad pública con pleno respeto a los derechos humanos y con el uso regulado de la fuerza. La lealtad de las fuerzas armadas de México no está en duda; como pueblo uniformado están participando de lleno, al 100, en la transformación de la patria”.

Ante la presencia de simpatizantes de Evo Morales, defendió la decisión de darle asilo al ex presidente de Bolivia y señaló: “Que se escuche bien y lejos: Evo no solo es nuestro hermano que representa con dignidad al pueblo mayoritariamente indígena de Bolivia, Evo fue víctima de un golpe de Estado y desde México para el mundo sostenemos: democracia sí, militarismo no”.

En cuanto a sus programas sociales, AMLO destacó el avance de cada uno de ellos y la propuesta para elevar a rango constitucional la entrega de pensiones a adultos mayores y niños con discapacidad, así como la entrega de becas en todos los niveles para los estudiantes de escasos recursos.

Advirtió que aunque se cayó en el sabotaje político contra la construcción del nuevo aeropuerto en Santa Lucía, “se impusieron la razón y el derecho”, y esta obra, como el Tren Maya o el desarrollo del Istmo serán una realidad.

El Presidente concluyó su mensaje agradeciendo el respaldo del pueblo mexicano, al que en esta ocasión calificó de “ángel de la guarda” que lo ha sacado a flote durante toda su vida pública.

“Gracias por la protección y el apoyo que recibo de ustedes y de mucha gente. Yo solo soy un dirigente; el pueblo es el gran señor, el amo, el soberano, el gobernante, el que verdaderamente manda y transforma. No olvido y siempre recuerdo lo que decía el presidente Benito Juárez con tanta profundidad y sencillez: ‘Con el pueblo todo, sin el pueblo nada’”, expresó.

Añadió que su mayor deseo es que su gobierno pueda hacer realidad que “vivamos en una sociedad mejor: más libre, justa, próspera, democrática, pacífica y fraterna”.


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