El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció por primera vez que viendo el problema de inseguridad en el país cambió de opinión sobre su propuesta como opositor de sacar a las fuerzas armadas de las calles para regresarlas a los cuarteles.
En conferencia en Palacio Nacional, el mandatario defendió su decisión al asegurar que el pueblo estaba en la indefensión y por ello qué iba a hacer su administración para combatir el crimen si solo se tenía a la Policía Federal, corporación encabezada por "los que ahora o están en la cárcel o acusados o están prófugos".
"Sí, sí, sí cambié de opinión ya viendo el problema que me heredaron, cómo enfrentar el problema de inseguridad. Sí sabía yo desde el principio y estoy convencido que la paz es fruto de la justicia y eso es la base de la política de seguridad, el atender a los jóvenes, el mejorar las condiciones de vida de la mayoría de los mexicanos, combatir la pobreza, la corrupción, todo eso lo estamos haciendo, el que no se permita la impunidad. Pero imagínense qué íbamos a hacer con la Policía Federal", reconoció.
Aseguró que tomó la decisión de mantener al ejército en las calles porque no había seguridad para la gente y el pueblo de México estaba en la indefensión. Comentó que se combatía al crimen organizado pero de manera selectiva.
Además, dijo que no existía ninguna institución civil que tuviera la capacidad de enfrentar a las bandas.
"En el libro antes de llegar al gobierno ya hablaba yo de la posibilidad de que el Ejército ayudara en tareas de seguridad pública, lo planteé pero todavía lo pensé en la campaña y ya cuando llegué al gobierno y vi de que pues no había seguridad para la gente, el pueblo de México estaba en estado de indefensión, lo que había era un combate a bandas de narcotráfico de manera selectiva", expresó.
El Presidente recordó que en el libro "La Salida" que escribió en 2016, ya mencionaba la posibilidad de apoyar el combate a la inseguridad en las fuerzas armadas "me pueden acusar de lo que quiera, inventar lo que sea pero no pueden decir que sea incongruente".
"Se sumarán el ejército y la Marina al esfuerzo de garantizar la seguridad, actualmente el objetivo es salvaguardar la integridad del territorio y preservar la soberanía de México, sin embargo, en las circunstancias actuales es indispensable que este propósito de la defensa nacional se agregue el de la seguridad pública interior", leyó el presidente una parte de su texto.
No debe desaprovecharse personal, experiencia para garantizar a los mexicanos el derecho a vivir sin temores, los tiempos han cambiado y es otra la realidad."
En este sentido, López Obrador reiteró que la intención de su gobierno de enviar la Guardia Nacional al ejército es para garantizar la seguridad y la corporación se desarrolle de la mejor manera y sin corrupción. Pero dejó en claro que el mando sería militar.
"Estoy convencido de que debe de estar la Guardia Nacional dependiendo de la Secretaría de Defensa, una rama más como la Fuerza Aérea, así la Guardia Nacional con el encargo de garantizar la seguridad pública en coordinación con los gobiernos estatales que son autónomos y soberanos y los gobiernos municipales, pero que exista una Guardia Nacional con disciplina, profesionalismo, honestidad.
—¿Con mando militar?
"Sí y mando militar", puntualizó.
El presidente aprovechó para contradecir a la oposición que está acusando que esta propuesta significa militarizar al país. Recordó que en otros países como en Francia, Italia y España la guardia civil depende de las fuerzas armadas.
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