A raíz del asesinato de Luis Donaldo Colosio, hace 26 años, inició la ola de inseguridad en México, es la hipótesis que tiene Agustín Basave, amigo del candidato presidencial priista de 1994 y ex presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Político en retiro refugiado en la academia, Agustín Basave no piensa regresar a los derroteros del poder. “He salido de la política asqueado dos veces: La primera, después del asesinato de Luis Donaldo Colosio cuando renuncié al PRI y la segunda, cuando presidí el PRD y fui su diputado federal”, dice en entrevista para MILENIO.
“Donaldo no era un santo pero era de bien: no era perverso, no era corrupto, amigo de sus amigos, leal, te hablaba de frente, no te engañaba”, recuerda Basave.
¿Qué significa ser colosista?
Estar de acuerdo en lo que él proponía: un cambio a la política mexicana, la democratización de México y realmente lo creía.
“Un día me dijo algo que atesoro: ‘Tengo un dilema, como presidente del PRI, mi chamba es ganar la elección pero como mexicano sé que tarde o temprano tiene que perder para que avance la democracia en México’, me lo dijo verdaderamente conflictuado. Sí quería la democratización”
"En términos económicos, (Luis Donaldo) no era neoliberal ni de izquierda sino ortodoxo. Era un hombre de conciencia social, en verdad le dolía la miseria y desigualdad en México.
La reforma del poder, el principal proyecto colosista
Luis Donaldo Colosio explicó en su famoso discurso del 6 de marzo de 1994 en qué consistía la reforma del poder y éstos eran los puntos más importantes:
1. Nueva relación entre el ciudadano y el Estado: reformar el poder para democratizarlo y acabar con cualquier vestigio de autoritarismo.2. Un presidencialismo sujeto a los límites constitucionales: “muchos de nuestros males se encuentra en una excesiva concentración del poder que da lugar a decisiones equivocadas”.
3. Fortalecer y respetar las atribuciones del Congreso Federal.
4. Hacer del sistema de impartición de justicia una instancia independiente de la máxima respetabilidad y certidumbre entre las instituciones de la república.
5. Nuevos métodos de administración para que cada ciudadano obtenga respuestas eficientes y oportunas cuando requiera servicios.
Aquí puedes escuchar el discurso completo
-¿Se logró la reforma del poder?
Sí y no. Hemos avanzado, hemos construido instituciones como el INE, con todos sus defectos, que han contribuido a la transición; el Tribunal Electoral, con más defectos, pero se han dado pasos hacia adelante: las tres alternancias no son síntomas de autoritarismo, al contrario. El regreso (del PRI en 2012) fue nefasto porque llevó a una cleptocracia.¿No en qué sentido? Todavía nuestras instituciones, incluso nuestra cultura política, no son sólidas, son precarias.
Andrés Manuel está construyendo un proyecto que tiene rasgos de autoritarismo muy marcados. Él lo justifica con un gran proyecto para transformar a México pero tiene obstáculos y necesita el apoyo de todos, incluido sus contrapesos, pero eso no es la democracia.
¿AMLO está haciendo lo que Colosio criticaba?
Sí, pero cuidado, porque todo político en el poder tiende a buscar eso instintivamente. El poder por su naturaleza no es convenido, es expansivo, tiende a ejercerse hasta el límite de lo contraproducente.
"A Zedillo le molestaba que nos acordáramos de Colosio"
Después del asesinato de Luis Donaldo Colosio, quien lo suplió en la contienda para posteriormente ganar la presidencia fue Ernesto Zedillo, su coordinador de campaña. Basave explica que al ex presidente le molestaba escuchar el nombre del sonorense.
“Zedillo no entendía la política, era rencoroso, vengativo y oportunista en el sentido que se montó en el hombro de Colosio y cuando ganó la elección, se olvidó de él y le molestaba que nos acordáramos de Colosio. Me consta, yo lo viví”.
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-¿Podemos saber cómo fue ese momento?
Un día Liébano Sáenz (vocero de la campaña de Colosio) me dijo que Zedillo quería hablar conmigo, era candidato. Me citó en un hangar para ir a una gira en el Estado de México y me preguntó por el grupo San Ángel, yo era miembro-fundador, y a él le molestaba mucho su existencia. Me dijo que ese grupo estaba manipulado por Cuauhtémoc Cárdenas, yo le dije que no era cierto.
-“Entonces si no es Cárdenas, es (Manuel) Camacho quien lo manipula”
-Tampoco, yo estoy ahí, no es cierto. Si quieres decir que es un grupo anticolosista yo me salgo, no estaría en un lugar que vaya a usurpar la memoria de mi amigo.
Ahí hubo una reacción, no te voy a decir de quién, muy sintomática de que le pesaba la sombra de Colosio".
“Con el asesinato de Colosio comenzó el deterioro de inseguridad”
Agustín Basave recuerda que "gracias a Dios" el tema de inseguridad no era prioridad en 1994.
"Para mí, el punto de inflexión, donde se empezó a deteriorar la seguridad es con el asesinato de Colosio, y no me pidas evidencia empírica porque no la tengo, pero sí te puedo decir intuitivamente que ahí empezó una espiral descendente de deterioro de la seguridad"
Agrega que con el magnicidio se rompió una regla no escrita del sistema político mexicano: no asesinar al contrincante político.
"Se rompieron los códigos de reglas no escritas: desde el asesinato de Alvaro Obregón no se había dado un magnicidio. Había una regla no escrita (en el sistema político mexicano): se valen muchas cosas pero no matar a contrincantes políticos en la disputa por el poder.
Si puedes matar a quien iba a ser presidente y no pasa nada puedes hacerlo a quien quieras, ahí empezó una descomposición"
A 26 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio, Basave recuerda que jugaron squash algunas ocasiones y durante las partidas no se hablaba de política. Por la agenda, dice, pocas veces hablaban pero se escribían cartas.
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