Al festejar un año de su triunfo electoral, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció como pendientes de su gobierno la seguridad y la salud, pero destacó que “aunque poco, la economía está creciendo”, y agradeció que ante el conflicto con Estados Unidos por el tema de la migración, todos los sectores cerraron filas con el gobierno federal, y advirtió que no habrá ni un paso atrás ni titubeos para alcanzar la verdadera transformación de México.
También expresó que, pese a las decenas de amparos contra las obras en el Nuevo Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, este mes comenzará la construcción, pero actuará con prudencia con el fin de tener todos los permisos ambientales, “para no darles motivos a las campañas de sabotaje legal” pues, aseguró, están inconformes porque las obras del NAIM en Texcoco se cancelaron porque así lo decidió la gente y por “cuestiones técnicas, económicas, ambientales y por falta de transparencia”.
En su discurso de 85 minutos ante miles de personas en el Zócalo capitalino, el mandatario afirmó que ha cumplido 78 de sus 100 compromisos y señaló que “probablemente nunca se haya hecho tanto en tan poco tiempo”, por lo que se dijo optimista y se comprometió a que en diciembre, “aunque muchos digan que no se puede”, se terminará de “arrancar de raíz al régimen corrupto” y quedarán construidas las bases para la Cuarta Transformación.
“Este proceso no tiene retorno. ¡Ni un paso atrás!, nada de titubeos o medias tintas. Una cosa es actuar con prudencia, evitar la confrontación y garantizar las libertades que son sagradas, y otra cosa muy distinta es la indefinición. Nosotros somos auténticos, pacifistas y transformadores al mismo tiempo; en la defensa de las causas de la honestidad, la justicia y la democracia no somos moderados, somos radicales”, expresó el jefe del Ejecutivo.
Presume respaldo del G20
AMLO agradeció a quienes lo han apoyado en estos siete meses de gobierno, sobre todo en el conflicto con el gobierno de Estados Unidos, y destacó que al término de la cumbre del G20, los jefes de gobierno que la integran respaldaron la propuesta del gobierno mexicano de atender la migración con desarrollo e inversión para apoyar a los países centroamericanos.
Reconoció el apoyo en los momentos de tensión con Donald Trump, “incluso de quienes no comparten del todo nuestros ideales y principios y nuestra manera de actuar y proceder”, y destacó que fue una muestra de que “el amor por México está por encima de cualquier facción, partido, interés personal o de grupo, por legítimo que sea”, y consideró que así se debe actuar ante cualquier amenaza extranjera: mantener la amistad y las relaciones respetuosas “sin caer en la confrontación, que no conviene a nadie”.
El Presidente señaló que su “loca pasión tiene un fundamento racional, aunque no lo piensen así mis adversarios”, pues entre más rápido se consume la “obra de transformación, más tiempo tendremos para consolidarla y convertirla en hábito democrático, en forma de vida y de gobierno”, y sostuvo que si se logra forjar una conciencia colectiva, será difícil que el régimen corrupto vuelva a gobernar.
Promete resultados
En cuanto a la seguridad pública, la cual reconoció como uno de los pendientes de los primeros siete meses de gobierno porque los niveles delictivos se mantienen igual que como los heredó, destacó la labor de soldados y marinos que participarán en la nueva Guardia Nacional y confió en que pronto se darán resultados para la pacificación del país.
“Que se oiga bien: no se tolera la tortura ni ninguna otra violación a los derechos humanos; estamos dedicando tiempo y recursos a la búsqueda de desaparecidos por la violencia. No descansaremos hasta saber el paradero de los jóvenes de Ayotzinapa. Ni el Ejército ni la Marina se han utilizado ni se utilizarán para reprimir al pueblo.
“Se terminó la guerra de exterminio contra la llamada delincuencia organizada. Ya no se permiten razias ni masacres ni la desaparición de personas. El Estado mexicano ha dejado de ser el principal violador de los derechos humanos; en vez de ello, se garantiza trabajo y bienestar a los jóvenes”.
En cuanto a economía también reconoció que se necesita mejorar en el crecimiento, pero destacó que no ha crecido la deuda pública, la inflación bajó de 5.3 a 4.3 por ciento, se estableció una zona libre en la frontera norte con beneficios fiscales, aumentó el salario mínimo, no han aumentado los precios de los combustibles y se detuvo la caída en el sector petrolero.
Dijo que el peso se mantiene fuerte frente al dólar, que en el primer trimestre se captaron 10 mil millones de dólares de inversión extranjera, las reservas internacionales crecieron en más de cuatro mil millones de dólares y los migrantes, a quienes llamó “nuestros héroes vivientes”, enviaron remesas por 3 mil 203 millones de dólares en mayo, “el monto mensual más alto en toda la historia”.
También destacó la buena relación con el sector empresarial, que invertirá 32 mil millones de dólares en el sexenio. Mejoró la recaudación y la confianza de los contribuyentes, lo que ayudó a que los ingresos del gobierno pasaran de 2 billones 450 mil millones a 2 billones 580 mil mdp.
Logros
López Obrador destacó que actualmente tres de cada 10 hogares ya reciben al menos un apoyo del gobierno federal y en las comunidades indígenas, siete de cada 10, pero garantizó que para 2021 en estas zonas todos los hogares recibirán los programas sociales.
Detalló que en Jóvenes Construyendo el futuro ya son más de 600 mil beneficiarios y en 2021 ninguno se quedará sin estudio y trabajo, reciben pensión siete millones 500 mil adultos mayores y 610 mil personas con discapacidad; 197 mil niños de estancias infantiles tienen apoyos directos y se han otorgado becas a 10 millones de estudiantes, tanto de nivel básico como de preparatoria y universidad.
Entre otros logros, el Presidente también dijo que ya se entregaron nueve mil becas a estudiantes de posgrado a través del Conacyt, y que 83 de las 100 universidades públicas que prometió construir ya dan clases, con 460 maestros, a 7 mil 500 jóvenes en distintos puntos del país.