El presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que se reunió con cinco ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para intentar convencerlos de votar a favor de mantener la administración de la Guardia Nacional en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), sin embargo, reconoció que a dos no pudo persuadirlos.
En la conferencia mañanera de Palacio Nacional, el mandatario calificó de hipócritas a estos dos ministros que, aseguró, ya habían demostrado “ser chuecos”.
“Hablo con cinco para garantizar los cuatro votos, uno por uno, no saben lo que me costó, porque ya venían actuando mal, ya habían demostrado ser chuecos, pero esto vale que hablé yo con ellos para explicarles la importancia que tiene y hablé con los cinco; pues con dos no pude, no pude.
“No me dijeron que no ahí, ‘sí, como no’, de manera muy hipócrita. Pero eran cuatro los que se necesitaban, nos quedamos con tres y se pierde el propósito de que la Guardia dependiera de la Secretaría de la Defensa”, señaló.
Y aunque López Obrador no dijo nombres, vale recordar que los ministros que apoyaron la propuesta de mantener la Guardia bajo el mando del Ejército fueron Arturo Zaldívar, Loretta Ortiz y Yasmín Esquivel. Y los dos que fueron calificados de hipócritas son Juan Luis González Alcántara Carrancá y Margarita Ríos Farjat.
El jefe del Ejecutivo federal reiteró que después de que el pleno de la Corte tomó esta decisión, la ministra presidenta, Norma Piña, intentó negociar que se retrasara su aplicación hasta un año.
“Querían negociación, todavía la señora Piña le dijo a Rosa Icela: oye, ¿cómo vas a estar tú en contra si te va a tocar manejar la Guardia Nacional? Sales ganando. Rosa Icela le contestó: no es un asunto mío, tiene que ver con el buen funcionamiento de la seguridad”, agregó.
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López Obrador arremetió nuevamente contra el Poder Judicial, al asegurar que es necesario que haya una depuración y una limpia. En esta ocasión, centró sus señalamientos contra el Consejo de la Judicatura, al recriminar que nunca se ha sancionado a un juez o magistrado.
“Es como la contraloría, la fiscalía al interior del Poder Judicial para que ningún poder pueda meterse en asuntos que solo competen al Poder Judicial. Resulta, hablando de la judicatura, que no ha servido para nada, para nada”, concluyó.
LP