Andrés Manuel López Obrador llegará a su tercer informe de gobierno con mil cinco días como presidente de la república y de ellos, ha pasado mil 224 horas frente a las cámaras de las conferencias mañaneras.
Visto de otra manera, es el equivalente a estar 51 días consecutivos transmitiendo en vivo, o bien, dedicar poco más de una hora diaria de su tiempo sólo a este fin.
- Te recomendamos En redes sociales o en televisión: aquí puedes ver el Tercer Informe de Gobierno de AMLO Política
Desde el atril de las 683 mañaneras que acúmulo hasta el viernes pasado, el Presidente ha gobernado al país, ha dado órdenes a sus colaboradores, se confrontó con la oposición, abrió nuevos frentes de batalla y hasta despidió funcionarios.
El viernes pasado fue la única ocasión que López Obrador no pudo encabezar una conferencia mañanera. Ocurrió en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en donde se quedó atrapado a bordo de su camioneta en medio de un plantón de la CNTE. Y ni así, Andrés Manuel López Obrador dejó el espacio vacío.
Ese día, el Presidente se enlazó a través de una videollamada desde la Suburban que lo transportaba y fijó un posicionamiento a través la pantalla que a diario él acostumbra utilizar para presumir, denostar o disfrutar.
Según la oficina de la Presidencia de la República, las conferencias mañaneras no tienen ningún costo extra al presupuesto destinado a la difusión de actividades del primer mandatario.
Únicamente se reconocen como gastos únicos la instalación de un escenario aforado en alfombra de color gris con un costo de 23 mil 400 pesos y un back impreso de 87 mil 500 a los cuales, agregándole impuestos, suman un total de 128 mil 644 pesos. Esto a pesar de que en ocasiones las mañaneras se realizan en los diferentes estados y el personal de producción y el equipo de trabajo se tienen que transportar.
De las 24 mil 120 horas que López Obrador ha sido presidente de México, el cinco por ciento de estas han transcurrido en las mañaneras.
Y es que estas conferencias son el sello de la llamada cuarta transformación y en ellas ha pasado de todo:
La playlist. Lejos de la política y la conducción del país, están los momentos que el Presidente ha pedido que suene alguna canción que le gusta para, en sus palabras, hacer menos aburridas las conferencias.
Han sido en al menos ocho ocasiones que los temas de coyuntura quedan al margen para escuchar canciones como "Los caminos de la vida", "Recuerdos de Borinquen", "Déjame vivir", "Por ti" o "Disculpe el señor".
Mención aparte merece el 10 de mayo pasado que en lugar de mañanera, el presidente cedió el escenario a Eugenia León como regalo por el Día de las Madres.
Frentes de batalla. El atril de la mañanera es el momento perfecto para el Presidente para defender las acciones de su administración y atacar a sus adversarios. Un día el presidente puede arremeter contra el poder judicial o contra los organismos electorales o irse contra los que llama conservadores.
También, si no le parece alguna acción de determinado personaje, los critica con calificativos por alguna postura, tal como ocurrió con el subgobernador del Banco de México, Gerardo Esquivel, propuesto por el mismo AMLO pero que se opuso a usar los fondos del FMI para pagar la deuda externa del país. Por esta postura se ganó el calificativo de "ultratecnócrata", por ejemplo.
O cuando se decepcionó de la clase media por no apoyar a Morena en la elección pasada y no la bajó de aspiracionista en casi un mes. Y últimamente destacó el cruce de declaraciones que mantiene con Ricardo Anaya por su exilio al extranjero por una presunta persecución política.
Acciones y preguntas. Y también el presidente usa este espacio para presentar programas de gobierno, avances en sus obras de infraestructura prioritarias como el aeropuerto de Santa Lucía o el Tren Maya; la estrategia nacional de vacunación contra el covid-19 o presumir los avances en materia económica y combate a la pobreza.
En este espacio y cualquiera de los anteriores se puede incluir que el presidente responde preguntas de prácticamente cualquier tema de los reporteros, youtubers y gestores que asisten a la mañanera.
Y pese al formato, las críticas y hasta los participantes, la conferencia es uno de los programas más vistos en el país a través de las redes sociales.
FS