El presidente Andrés Manuel López Obrador confesó que al iniciar su mandato ordenó limpiar la silla presidencial debido a la creencia que tenía Emiliano Zapata, líder histórico de la Revolución Mexicana, sobre un posible embrujo.
Tal "maldición" fue descrita por el general Martín Luis Guzmán en su libro El águila y la serpiente, que relata las memorias del periodista, quien acompañó a las tropas de Francisco Villa. La creencia surgió de una de las emblemáticas fotos de la Revolución Mexicana, en donde se indica que el Caudillo del Sur se rehusó a sentarse en la silla.
Durante su conferencia matutina, López Obrador celebró hoy el centenario luctuoso del ex presidente Venustiano Carranza, por lo que compartió una reseña histórica del revolucionario mexicano. Con ella, rememoró la icónica foto de Agustín Víctor Cassola.
“Como suele pasar en los movimientos de transformación, hay diferencias, tan es así que Villa y Zapata llegan aquí a la Ciudad de México, están en el Palacio, en el despacho presidencial, es la foto en la que están sentados. Villa en la silla presidencial y Zapata no se quiso sentar en ella porque sostuvo que estaba embrujada. Yo no sé si estaba embrujada o no, pero de todas maneras, antes de que yo llegara, la mandé a limpiar”, declaró.
La fotografía fue tomada el 6 de diciembre de 1914 y muestra el momento en que Emiliano Zapata, Francisco Villa y otros revolucionarios entran victoriosos a Palacio Nacional, posteriormente Villa toma asiento en la silla presidencial, símbolo del poder político de Porfirio Díaz.
Fueron tomadas dos fotografías, en una se ven posando para la cámara, mientras que en la otra se ve a los caudillos principales conversar. Villa había insistido en que fuera Zapata quien ocupara el lugar, pero él se negó rotundamente, pues creía la silla había sido la culpable de la desgracia de los mexicanos, al punto que intentó destruirla.
La historia dice que el hermano de Zapata, buscó la silla presidencial para quemarla, y romper la maldición sobre la vida política de México, pero no la pudo encontrar, ya que inicialmente creía que se trataba de una silla de montar. Por su parte, Zapata creía que cualquiera que se sentase en ella se convertiría en una mala persona.
LP