A pesar del acuerdo alcanzado ayer para comprarle 13 plantas generadoras de electricidad a la española Iberdrola, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que seguirá peleando por defender a México de los intereses de empresas extranjeras y para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En su conferencia mañanera, López Obrador agradeció la disposición de los directivos de la empresa y confesó que tuvo una discusión con Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, por haber contratado al ex presidente Felipe Calderón.
“Tenemos dos formas de pensar y de actuar y nosotros sí queremos que se fortalezca esta empresa pública. ¿Qué es una empresa pública? Es una empresa del pueblo. Y se lo dije al director, presidente del Consejo de Iberdrola, porque además se portaron bien y hablamos. Tuvimos diferencias fuertes con él, muy fuertes; primero, porque es una ofensa que una empresa se lleve a un presidente de México a trabajar como empleado, haiga sido como haiga sido presidente, o sea, es una burla, eso se lo dije.
“Me contestó de que yo era un populista y nos confrontamos y tuvimos diferencias, pero miren la importancia del diálogo y cuando está de por medio el interés general, o sea, dijimos: esta es una opción”, expuso.
López Obrador aseguró que “vamos a seguir peleando por México, porque para eso nos pusieron aquí, para defender los intereses del pueblo” y añadió que por eso planteó a los españoles el trato.
“Les dijimos: vamos a buscar un acuerdo y quiero reconocer que aceptaron y les compramos 13 plantas, de ciclo combinado, 12 y una eólica; alrededor de 6 mil millones de dólares, porque podemos, porque tenemos finanzas públicas fuertes”, agregó.
El mandatario explicó que antes de la compra de las 13 plantas, la CFE tenía una participación en toda la generación de electricidad del 39 por ciento, pero que ante el compromiso de que había de mantener a la CFE con el 54 por ciento mínimo es que logró este acuerdo como una solución, ante la dificultad de modificaciones legales o constitucionales.
“El acuerdo fue ese, decirle a los particulares ‘no vamos a expropiarles, no van a dejar de participar, nada más que vamos a buscar que la empresa pública, que es la que garantiza el consumo a todos los hogares, para que no aumente el precio, la tenemos que fortalecer, se va a quedar con 54 y ustedes el 46’”, dijo.
Ejemplificó que el 46 por ciento de participación en la industria eléctrica mexicana es el equivalente a todo lo que consume Argentina; “no es poca cosa”, afirmó.
El mandatario presumió que su gobierno tiene menos crecimiento de deuda que el gobierno de Felipe Calderón y que el de Enroque Peña Nieto, lo que le permite tener un margen de tres puntos del Producto Interno Bruto (PIB).
“Cada punto de PIB es de alrededor de 300 mil millones de pesos. Casi tenemos una diferencia de un billón, no nos vamos a endeudar, de todas maneras vamos a terminar abajo, pero traemos un margen”, dijo.
Explicó que llegar a más del 50 por ciento en el dominio de la CFE lo iba a lograr hasta finales del sexenio, pero que esto lo adelantó.
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Además, dijo que con la construcción de plantas de ciclo combinado en Yucatán, una en Mérida y otra en Valladolid, y la compra de una planta de ciclo combinado en Baja California Sur se resuelven problemas de abasto en las penínsulas.
“Además, estamos cambiando turbinas y modernizando como 10 hidroeléctricas, (por lo que) calculamos que vamos a agregar a la generación de la CFE a finales del sexenio, hasta 15 por ciento más. Si con esta operación llegamos a 55, vamos a llegar a finales, podemos llegar al 70 de la generación, pero como va creciendo la demanda porque el país crece y lo que más se necesita es energía eléctrica, calculamos que la vamos a dejar con 65 por ciento y es un rescate, por eso hablé ayer de una nueva nacionalización”, afirmó.
LP