“Vamos a cuidar todos al Presidente” se escuchó decir a los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador entre gritos y empujones que duraron poco más de cinco horas, desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo de la Ciudad de México.
A las 09:15 horas, López Obrador llegó a Paseo de la Reforma para dar inicio al recorrido que lo convirtió en el primer presidente de México en marchar.
Tras su salida de Palacio Nacional, se reunió con sus corcholatas y caminaron juntos rodeados de cientos de morenistas que sólo buscaban un apretón de manos del mandatario.
Adán Augusto López y Marcelo Ebrard lo acompañaron algunos metros para tomarse selfies con el Presidente y más tarde conformaron su propio contingente. Mientras que Sheinbaum se mantuvo a su lado hasta el Zócalo capitalino.
Aunque el Presidente avanzaba, ciudadanos comenzaron a llenarlo de regalos, abrazos y confetti que atrasaron el recorrido. Algunos perdieron sus tenis, otros gritaban felices “tengo una foto con AMLO”, y los menos seguían su paso de largo.
Gobernadores, senadores, diputados y hasta directores de cine marcharon alrededor del Presidente. Entre ellos Jesús Ochoa, quien con un ferviente abrazo saludó a López Obrador y se retiró. Y Epigmenio Ibarra que terminó su caminata con cámara al hombro.
“Vengo con mucha emoción y alegría. Ésta es la verdadera revolución de las conciencias”, dijo Epigmenio Ibarra tras desvanecerse por un momento.
El calor no detuvo a los ciudadanos, quienes por más de cinco horas protegieron el paso del presidente López Obrador con una cadena humana atada por decenas de manos y brazos que terminó en empujones impulsada por la emoción de tenerlo cerca y lograr una fotografía con él.
Pero el clima tampoco cesó al mandatario, pues tras unas tres horas de marcha su equipo le acercó un automóvil color blanco para sacarlo del contingente y trasladarlo a Palacio Nacional; sin embargo, el Presidente rechazó la propuesta y continuó caminando durante dos horas más.
La marcha para celebrar los cuatro años de gobierno estuvo protagonizada por jóvenes que junto con mariachis, disfraces y el águila real de la Presidencia reafirmaron el apoyo al mandatario.
El Presidente logró llegar al Zócalo minutos después de las 14:30 horas con el rostro iluminado por el cansancio para así dar su discurso que duró una hora con 37 minutos.