El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que su gobierno está a favor de las energías limpias y aseguró que no existe expropiación en el acuerdo que frena la entrada al mercado de centrales solares y eólicas, por lo que se va a respetar la decisión de los jueces, luego de que se otorgaron dos suspensiones provisionales que impiden ejecutar lo publicado el 29 de abril por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) contra la entrada en funciones de nuevas centrales al mercado eléctrico.
"Nosotros vamos a ser respetuosos de la legalidad; vamos a respetar las decisiones de los jueces, los magistrados de los ministros. Estamos a favor de energías limpias, lo que no aceptamos es la corrupción", dijo.
Aclaró que se terminará con la corrupción en el sector para que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pueda competir con piso parejo y explicó que defenderán en tribunales el acuerdo que frena la entrada al mercado de centrales solares y eólicas con la finalidad de que no haya privilegios para particulares.
Afirmó que no está en contra de las energías limpias, sino de la corrupción en la industria eléctrica, "se entregaron concesiones, contratos leoninos que afectan el interés nacional, que dañan la economía popular, porque a través del influyentismo se pactó mediante componendas entre empresas particulares y funcionarios la compra de energía a precios elevados, con subsidio".
En conferencia matutina, acusó que anteriormente se le daba preferencia a las empresas que generan energías limpias sobre la CFE, por lo que ahora se va a "poner orden y que haya piso parejo".
López Obrador aclaró que, entonces, no se suspenden ni se cancelan contratos, así como tampoco hay expropiación ni nacionalización de la industria eléctrica como en el mandato del ex presidente Adolfo López Mateos.
"Lo que estamos protegiendo es el consumo de energía y garantizando que se pueda ofrecer a precios justos", comentó.
De acuerdo con el Presidente, los particulares que se beneficiaron en el pasado querían destruir a la CFE o subutilizarlas para que tuvieran preferencias las plantas de generación de energía de empresas privadas, principalmente extranjeras.
Además, aseveró que el gobierno federal está abierto a diálogo para resolver cualquier anomalía con las empresas involucradas, pero poniendo por delante el interés nacional.
Indicó que los servidores públicos de la CFE y de la Secretaría de Energía (Sener) tienen instrucciones de defender que no hayan privilegios para las empresas, "no es posible que estemos pasando por un mal momento económico todos y ellos quieran seguir medrando como si nada pasara".
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