El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el operativo en Culiacán, donde se liberó a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, fue una “verdadera prueba de fuego” en la que se prefirió evitar una masacre que habría costado la vida de cientos de civiles inocentes.
“La delincuencia salió a la calle con armas de alto calibre y se vivió un alto riesgo, se prefirió detener el operativo y liberar al implicado para evitar una masacre en la que habrían perdido la vida centenares de personas, la mayoría civiles, gente inocente”, dijo durante un mensaje en el Zócalo por la celebración del primer año de gobierno.
Aseguró que esa crisis “de terror” que se vivió el jueves 17 de octubre en Culiacán, Sinaloa, demostró la vigencia de su nueva política de seguridad. “Podrán decir nuestros adversarios que demostramos debilidad, pero nada vale más que la vida de las personas”, destacó.
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En su discurso, el mandatario hizo referencia al ex presidente Felipe Calderón, a quien criticó por la “irresponsable decisión” de conducir a soldados y marinos a una lucha frontal contra la delincuencia organizada en la denominada guerra contra el narcotráfico.
“Es obvio que esta absurda y desquiciada estrategia no se repetirá y que nunca más se pondrá en riesgo de manera irresponsable ni la vida ni el prestigio de los integrantes de las fuerzas armadas y, mucho menos, se les utilizará para cometer excesos y ejecutar órdenes ilegales e inhumanas”, agregó.
GGA