Durante su gira de trabajo de este fin de semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador supervisó cuatro tramos del Tren Maya. Piso, vio y recorrió en su camioneta tramos de tierra y piedras blancas del lomo por donde correrán los trenes eléctricos que llevarán al turismo, población local y carga.
Entre el viernes y domingo se encontró con cinco gobernadores; al interior del palacio municipal de Valladolid, Yucatán, edificio que data del siglo XVI, habló por teléfono con el próximo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y al final de su gira de tres días, anunció que la administración de tres de los siete tramos del Tren Maya y aeropuertos, incluido el de Santa Lucía, Estado de México, estará en manos de las fuerzas armadas.
Quizá fue lo más intenso de la gira. Tanto que hizo que las cejas del gobernador de Yucatán y Quintana Roo se movieran más de lo debido.
Aunque el anuncio pasó desapercibido para el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis, quien dormía plácido. A su lado, atentos al anuncio y de que el funcionario no cayera de su silla, estaba el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila y el secretario de Turismo, Miguel Torruco. Él tenía su brazo listo para evitar una previsible caída de su compañero de gabinete.
El anuncio del Presidente ocurrió en el escenario natural de Tulum, Quintana Roo. A su espalda el mar de las 11 de la mañana, lucía plácido, caliente y tranquilo. Sin olas. Aunque a lo lejos se veía una bruma.
El Presidente estuvo acompañado por los gobernadores de los cinco estados por donde pasarán los mil 500 kilómetros del Tren Maya: Carlos Joaquín, de Quintana Roo; Rutilio Escandón, de Chiapas; Adán Augusto López, de Tabasco; Carlos Aysa González, de Campeche y Mauricio Vila, de Yucatán.
Al final de la gira de trabajo y en el mismo presidium, estuvieron el director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur); y los secretarios de Desarrollo Agrario, Defensa Nacional, Marina, Medio Ambiente, de la SCT y Turismo. Además del representante de ONU-Hábitat y el dueño de la empresa turística Vidanta, Daniel Chávez Moran, presentado siempre, cuando acompaña al Presidente como el “supervisor honorario” del Tren Maya.
Pero antes de que el Ejecutivo Federal hiciera su más importante anuncio durante su gira de trabajo, el responsable de la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles en Santa Lucía, Gustavo Vallejo Suárez, se adelantó.
“Están en marcha importantes proyectos estratégicos (…) El Presidente ha instruido a la Secretaría de la Defensa Nacional para que participe en el tramo 6 de Tulum a Bacalar que en longitud son 249 kilómetros y tramo 7 de Bacalar a Escárcega de 252 kilómetros del Tren Maya, conocidos como Caribe 1 y Selva 2”.
Y remató: “se participará en la construcción del Aeropuerto Internacional de Tulum (…) Se trabaja en la integración un grupo operador que recibirá para su administración los tramos 1, 6 y 7 del Tren Maya y los activos aeroportuarios de Palenque, Cancún y Tulum (…)”
En su turno, el Presidente de México señaló que el objetivo de la firma del convenio es parar el desorden y corrupción en el uso del suelo; respeto a planes de desarrollo; preservar el medio ambiente, la fauna y flora nativa y la riqueza arqueológica de la región.
“Con el Tren Maya se integrará toda esta grandeza, vamos a crear una república para la cultura, arte y recreación en nuestro país. Ese es el propósito del tren Maya integrar toda la región y que no solo el turista llegue a gozar de playas y sol”.
Prometió que en el sureste del país “vamos de nuevo a tener la afluencia turística que se tenía antes de la pandemia (…)”.
Antes los gobernadores habían coincidido en que el Tren Maya, llevará el desarrollo a sus estados. Primero en hablar fue el de Quintana Roo, quien lo calificó de “gran proyecto” y señaló que servirá de conexión a los pueblos de la región
Explicó que con esa obra se mejorarán caminos y carreteras en la ruta del tren y se enlazará con la isla de Holbox: “hay millones de turistas extranjeros que quieren venir a gozar las riquezas turísticas de esta parte”.
El de Chiapas, calificó la obra como “gran proyecto visionario (…) asumimos las responsabilidades de este convenio que hoy se firmará, traerá bienestar al sureste, a toda la nación también permitirá que el pueblo se sume (…)”
Para el de Tabasco, este domingo de firma de convenio fue “un día histórico, no solo para estos estados es histórico (sino) para el país, el Tren Maya va más allá de una vía es integrar al país que ya no haya desigualdades (…) es un reconocimiento que México ya no puede ser dos Méxicos”.
Para el gobernador de la ciudad amurallada de Campeche, “esta gran obra está destinada a detonar el progreso integral de esta parte de México”. Fue más allá y lo calificó como “el más grande vehículo de desarrollo (…)”.
Al final, el de Yucatán, que una buena parte del discurso del presidente López Obrador se pasó alerta para que el de la SCT no cayera al piso, lo calificó como “el proyecto de infraestructura más grande en la historia del sureste de México”.
Le reconoció al Presidente “hay una política muy integral dentro de su gobierno, hoy se contemplan inversiones muy importantes en municipios muy marginados…”.
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