Fueron 16 minutos de una salida lenta del presidente Andrés Manuel López Obrador, desde que cruzó la puerta de acceso a la sala de espera del aeropuerto Carlos Rovirosa Pérez, de Villahermosa, Tabasco, hasta su camioneta negra. A la que llegó y, tranquilo se paró en el estribo de la entrada del copiloto, donde siempre viaja y agradeció el recibimiento. Alegre, señalaba a un pejelagarto de cartón que le llevaron en el recibimiento.
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La masa humana que lo recibió en la sala no lo dejaba avanzar y lo envolvía con sus muestras de apoyo: la mano en alto, los gritos, los sobres amarillos, los pisotones y más; los regalos, por ejemplo, una camisa blanca con motivos chontales de colores.
Y él, en silencio y una semisonrisa en el rostro. Su vigilancia personal, tres hombres y dos mujeres a ratos o casi siempre, lucho a brazo partido, contra esa masa que no cesaba de hacer olas. Pero nadie cayó.
“¡Es un honor, estar con Obrador!”, fue el grito mayor de sus paisanos. Era el hijo predilecto de Nacajuca que llegaba al estado para tener tres días de trabajo en varios municipios.
Tanta fue la población que llegó a su recibimiento que el gobernador del estado, Adán Augusto López Hernández, que llegó temprano y dialogó con trabajadores inconformes del Ayuntamiento de Cárdenas, no pudo acercarse para darle la bienvenida. Allá se quedó, junto con sus funcionarios que no le quisieron entrar a la bola.
El primero en atravesar la puerta de cristal, hacia la sala de espera fue el hijo mayor del Presidente, José Ramón, que solo y con una sonrisa en el rostro, atravesó a esa masa festiva que quería ver a su Presidente.
Éste, recibió decenas de sobres con demandas de sus paisanos, pero no pudo ver las mantas y sus demandas de los trabajadores del Ayuntamiento de Cárdenas, quienes le entregaron un sobre, donde denunciaban que desde 2017 no tienen aumento salarial.
A cambio, acusaban que los regidores reciben buenos salarios “y tienen a sus familiares trabajando en el Ayuntamiento Hay mucha corrupción”, acusó, Guillermo Parra Duran.
Denunciaron a los regidores de Cárdenas, Armando Beltrán y Beatriz Ibarra de practicar “actos de influyentismo y nepotismo” y entregarán al presidente un documento donde, según el dirigente, prueban lo dicho. Otro sobre amarillo que llegó a manos del presidente fue de los trabajadores del volante, quienes no quieren a Uber en el estado…
En la sala de espera del Aeropuerto, estuvieron los que lo recibieron con muestras de apoyo. Un gran cartel, decía: “Bienvenido Andrés Manuel López Obrador a tu tierra donde iniciaste tu lucha social por los que menos tienen, eres orgullosamente tabasqueño” o el de “Peje bienvenido a tu tierra”.
Otro le llevó un gran pejelagarto del color de Morena: “Bienvenido Peje”. Al final el pez de un metro, terminó dañado.
En sus actividades de fin de semana, hasta el domingo el Ejecutivo Federal, encabezará en unos momentos en Centro, Tabasco el Programa de Mejoramiento Urbano y diálogo con el pueblo Chontal.
Por la tarde encabeza el Diálogo con los pueblos Chontal, náhuatl y zoque-ayapaneco de Tabasco; además, inaugurará la radiodifusora La Voz de Los Chontales.