AMLO ‘recarga energías’ en Oaxaca, previo a evento en el Zócalo de la CdMx

El Presidente reconoció que convivir con la gente le da ánimos y reafirma sus convicciones, y el encuentro de hoy fungió como una antesala a la concentración del miércoles.

El Presidente recargó sus energías antes de regresar a la Ciudad de México. | Ariel Ojeda
Oaxaca /

El presidente Andrés Manuel López Obrador aguardó alrededor de 40 segundos mientras veía a la gente que lo esperaba y decidió bajar de su camioneta.

Metros antes de la carpa instalada para el acto oficial lo esperaban más de un centenar de simpatizantes, autoridades de los pueblos indígenas y bandas musicales infantiles de Santiago Mazatlán, San Dionisio Ocotlán y Ocotlán de Morelos.

El mandatario llegó a San Jerónimo Taviche, en Oaxaca, para inaugurar un camino rural construido por los habitantes de esta región utilizando recursos federales. Y, apenas puso un pie en el suelo, fue rodeado por la gente que quería pedirle alguna ayuda, una foto o los que le llevaban regalos: artesanías, camisas, mezcal, collares de flores, entre otros.

El propio López Obrador reconoció que convivir con la gente le da ánimos y reafirma sus convicciones. El encuentro de hoy fungió como una antesala a la concentración multitudinaria a la que ha convocando en el Zócalo para el próximo miércoles.

Fue el inicio de la recarga de energías que concluirá en la plaza pública más importante del país.

“Ah, ¿no me ves cómo estoy de contento? Es que carga uno energía y se fortalecen las convicciones visitando los pueblos. “Además, ahí ya termino (de recargar energías) ya nos hacía falta, ya estábamos muy puchos”, agregó.

El Presidente se acercó a las bandas y a los niños, les aplaudió y felicitó por sus interpretaciones de canciones como Canción Mixteca, La abeja miope y El pávido návido.

En el camino, le pidieron apoyo para instrumentos musicales, le presentaron a algunas autoridades locales y le dieron más regalos, fruta, un sombrero y más mezcal, como el de Jerónimo Pérez, que en dos botellas de dos litros y medio le compartió de la bebida artesanal hecha en su pueblo.

“Es mezcal que viene de San Pedro Taviche, lo traemos del palenque de allá, es artesano”, comentó y siguió la caminata, mientras otra banda de música tocaba y pedía un aplauso para los intérpretes.
“Vamos caminando” pidió López Obrador, después de visitar al último grupo infantil y, en los últimos pasos, ya casi despejado de gente; pregunto: “¿Dónde está Rogelio?” En referencia al Secretario de Hacienda, a lo que alguien de su equipo le respondió que se había quedado en la camioneta.

El momento pareció quedarse grabado en la cabeza del Presidente, ya que después, durante su discurso en el acto oficial, dijo que Ramírez de la O era el invitado especial porque los secretarios de Hacienda también necesitan estar en la calle.

“Nos da gusto que esté aquí. Los secretarios de Hacienda de antes ni se despeinaban, no se asoleaban, andaban con el amarillo burócrata, en la piel, hay que asolearse, es bueno el sol, ayuda mucho y, digo siempre: territorio no escritorio. Territorio, no tanto escritorio porque también hace falta la planeación”, comentó.

Al salir del evento, todavía se tomó fotografías, se puso un sombrero que le regalaron y ya sin bajarse de la camioneta se despidió de la multitud que presenció desde atrás de las vallas, el discurso de López Obrador.

LP​

  • Pedro Domínguez
  • pedro.fajardo@milenio.com
  • Reportero de MILENIO desde 2010. Viajo, leo y siempre quiero fumar menos. Hoy cubro Presidencia, mañana quién sabe.

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