El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no va a permitir que se confronte a su gobierno con la Iglesia católica por el caso del obispo emérito Salvador Rangel y con la manos en alto les mandó decir: "amor y paz".
En la conferencia mañanera de Palacio Nacional, el mandatario consideró que la oposición está desesperada y son capaces de mentir porque el país está inmerso en una campaña electoral.
"Nosotros somos congruentes y vamos a seguir actuando de esa forma y también, aun cuando se trata de temporada electoral, no vamos a permitir que nos confronten, amor y paz. Yo sé que están desesperados los del bloque conservador y son capaces de todo, no de todo, pero sí de mentir y calumniar, eso sí me consta", subrayó.
El fin de semana, el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Ramón Castro, afirmó que el caso del obispo emérito de Chilpancingo, Salvador Rangel, ha sido tomado como un instrumento político que está impulsado por una fábrica de miles de bots de "ya saben quien" para atacar a la iglesia.
En respuesta, López Obrador explicó que su administración es respetuosa de todas las iglesias y aunque respeta sus señalamientos le respondió que "nosotros no actuamos de manera hipócrita".
"En especial de la iglesia católica y no estamos acostumbrados a mentir, nosotros siempre actuamos con apego a la verdad. Y de ninguna manera nos proponemos hacerle mal a nadie y esto incluye el respeto a instituciones que tienen que ver con el ejercicio de la fe, de la espiritualidad, no afectamos, no nos oponemos, no estamos en contra de ninguna religión", concluyó.
El obispo Salvador Rangel fue reportado como desaparecido el 27 de abril y un día después fue encontrado en un hospital. A la fecha no se ha aclarado si el religioso fue víctima de algún delito o qué le ocurrió durante las horas que se desconoció su paradero.
AAEG