En noviembre 2018, Andrés Manuel López Obrador, virtual ganador de la Presidencia de la República, presentó su Proyecto de Nación 2018-2024, que promete terminar con la pobreza, violencia y la corrupción.
El documento es una lista de proyectos y programas elaborados durante 10 meses de trabajo en mesas y reuniones de trabajo coordinado por Alfonso Romo Garza, propuesto como coordinador de Gabinete.
Andrés Manuel López Obrador obtuvo 53.7% de las preferencias electorales, de acuerdo con los resultados del PREP, el bono de legitimidad más grande en la historia, López Obrador , y hasta ahora los resultados muestran que también logrará el control de las dos cámaras, lo que en teoría, harpa más simple conquistar todas las promesas presentadas en su Proyecto de Nación 2018-2024.
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El documento gira en torno a seis ejes temáticos: Combate a la pobreza; Viabilidad financiera y austeridad y Recuperación de la paz.
Así como Equidad de Género, Desarrollo sostenible y Reconstrucción Nacional.
En Milenio te presentamos las líneas generales del proyecto.
Legalidad y erradicación de la corrupción
“La corrupción no es, como se ha dicho, un asunto cultural ante el cual debamos resignarnos ni una forma de ser de los mexicanos en general, sino una desviación de los gobernantes que puede y debe ser erradicada”.
La solución es respetar la ley, “si hay voluntad para aplicarla, se puede atacar la impunidad desde su raíz”.
El proyecto plantea reducir al mínimo las reformas que el Ejecutivo deba proponer al Legislativo para llevar a cabos sus acciones de gobierno y una de las condiciones establecidas para todas sus propuestas es que se apeguen a las leyes que estén redactadas en diciembre de 2018.
López Obrador aseguró que los proyectos gubernamentales respetarán la separación de poderes, la autonomía de los organismos y “garantizará la seguridad jurídica de todos los contratos vigentes”, particularmente los derivados de las reformas estructurales.
Combate a la pobreza
De acuerdo con el proyecto de nación, el cumplimiento efectivo de los derechos a la alimentación, salud, educación, trabajo, vivienda digna, cultura y deporte de la mayoría de la población que vive en situaciones de precariedad es posible si se crean fuentes de trabajo, impulsan actividades productivas y se abren espacios de inclusión para los jóvenes en programas educativos y laborales.
Los proyectos de gobierno deben ser realizables sin incurrir en aumentos de las tasas impositivas o creación de nuevos impuestos.
Tampoco debe haber incremento en la deuda pública para cubrir el gasto corriente.
Los componentes del gasto deben descansar en una ejecución austera y responsable del gasto.
López Obrador prometió terminar con la “frivolidad y la insensibilidad” en las altas esferas gubernamentales, empezando por las altas percepciones y prestaciones de los funcionarios públicos.
También ofreció llevar a cabo proyectos y programas para los que será necesario reorientar el presupuesto público que se asignan y se ejercen de manera opaca y sin evaluación para redirigirlos a financiar programas sociales de rescate a los jóvenes y pensiones universales para adultos mayores.
El proyecto de desarrollo también promete terminar con las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres y terminar con los obstáculos que enfrentan para avanzar en su autonomía física, económica y política.
López Obrador esbozó un proyecto de Reconstrucción Nacional luego de los sismos del 7 y 19 de septiembre que atenderá a más de 12 millones de personas afectadas con 302 mil millones de pesos que saldrán de un plan de austeridad y redistribución del gasto.
Las zonas prioritarias de atención serán Chiapas, Oaxaca, Morelos, Estado de México, Tabasco, Guerrero, la Ciudad de México, Michoacán, Hidalgo y Tlaxcala.
OVM