Ana Lucia Hill ha tomado la política desde diversas trincheras: la docencia, pasando por protección civil y de forma reciente en la Secretaría de Gobernación del estado de Puebla.
La también ex directora de Prospectiva y Análisis Político en el gobierno de Sonora consideró que todos deben alzar la voz, aunque no se refiere a estar en protesta siempre sino a hablar.
"Muchas veces, inmediatamente, queremos tomar las calles cuando no hemos hecho el intento de enfrentar a las instituciones o de ver un camino posible al interior de éstas", expuso.
De estudiante, quien fuera titular de la Dirección General de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, participó en manifestaciones, como las de 1988, con la llamada "caída del sistema", así como en 1994, con el levantamiento zapatista.
Hill Mayoral fue la quinta persona en estar al frente del gobierno de Puebla desde 2018, aunque solo por unas horas, tras la muerte del gobernador Miguel Barbosa en diciembre de 2022.
En ese periodo, Hill Mayoral aseguró que el gobierno estatal siguió funcionando, tal como hubiera querido Barbosa, al tiempo de revelar cómo fueron las horas en las que fue encargada del despacho del Poder Ejecutivo Estatal.
En entrevista para MILENIO, Hill Mayoral sostuvo que no toma como personal el machismo, pues es un problema cultural de los hombres y enfatizó que no es normal la violencia de ningún tipo.
—Para usted, ¿quién es Ana Lucia Hill?—
"Es una buena pregunta. Es una mujer que hace lo que quiere, que decide ser una cosa y no va haber nada que la detenga para lograrlo.
"Es una mujer que tiene miedos, cómo cualquier otra, pero los enfrenta; es una mujer que no acepta un 'no' cómo respuesta y encuentra la forma de cómo poder lograr hacer las cosas, no sólo para uno sino también para los demás, es decir, cuando uno está bajo alguna responsabilidad y nos toca encontrar la forma de ayudar a las personas.
"Yo te podría decir que a lo mejor y podría ponerme por encima o hablar muy bien de mí, pero yo te diría que soy Ana Lucía Hill, una mujer como cualquier otra".
—Quien mejor que uno mismo para echarse flores...—
"Exactamente siempre nos dicen eso. A mí de niña siempre me lo dijeron: 'si no te quieres tú nadie más te va a querer'".
—¿Cómo vivió su infancia Ana Lucía Hill?—
"Fui una niña muy feliz que vivió...más bien he sido una mujer que ha vivido intensamente cada una de las etapas de su vida.
"Yo nací en Torreón, Coahuila, porque ahí trabajaba mi papá, ahí vivían mis papás, pero a los dos meses se fueron a vivir a Sonora, básicamente crecí ahí con mis hermanos; mis amigos de toda la vida están en Sonora, gran parte de la familia también está ahí, pero ciertamente no se puede entender Ana Lucía tampoco y a la forma en que me tocó vivir... —ya soné a programa de Canal Once— sino hablamos de mí mamá.
"Mi mamá es una mujer que enviudó a los 24 años con dos hijos y embarazada, yo teniendo dos meses de edad —prácticamente se regresaron a vivir a Sonora y a los días mi papá tuvo un accidente y muere—.
"Entonces mi mamá fue ese ejemplo que tuvo que salir adelante, estuvimos en México un par de años; enfrenta una situación que le dice a ella que no puede hacer todo al mismo tiempo, requiere ayuda y nos manda a Sonora a vivir con mis abuelos, entonces crecimos con ellos.
"Tuve dos mamás y la figura paterna con la de mi abuelo, que fue un médico militar, respetaba las instituciones del Estado mexicano que soñaba en su juventud; él creció con la Revolución Mexicana y el soñaba con vivir en Agua Prieta, por el Plan de Agua Prieta, es algo que logró".
—¿Qué lecciones les aprendió y que al día de hoy sigue vigentes en su actuar?—
"La rebeldía, y lo digo en sentido positivo, que las movió siempre para lograr hacer lo que ellas creían tenían hacer.
"Sin duda mi mamá fue un ejemplo porque ella estudió ya viuda, trabajó y estudió, y nos atendió de alguna forma.
"Mi abuela también fue una rebelde de su época que cuándo veía injusticias era de aquellas mujeres jóvenes que salían a la calle en busca de firmas para que las cosas regresaran a su curso y se hiciera lo que ellos pensaban que era justo.
"Ella sacrificó su vida social para ser madre por segunda vez. Fue una abuela muy joven, entonces no creo que le haya dolido, creo que nos disfrutó más a nosotros en esa segunda vuelta.
"Siempre fueron mujeres honorables, de respeto, recibieron siempre el reconocimiento público y nos enseñaron a tomar decisiones y a saber escuchar, pero a saber tomar decisiones".
—¿Cómo usted vio ese ejemplo de su abuela siendo niña en tiempos donde todavía era poco acostumbrado?—
"De hecho no me enteré por ella, en algún evento de médicos, algún otro médico de su edad lo comentó, ahí me cómo mi abuela, esa mujer que se levantaba, cambiada y en tacones, a despertarnos a las 06:00 horas para ir a la escuela ¿cómo ella podía haber sido está joven rebelde que siempre buscó la causa justa?".
—¿En esa platica le dijeron las causas que enarbolaba?—
"Eran las injusticias escolares, de los profesores de la escuela, en particular fue el caso de un profesor que le habían pedido dejar de ser profesor en la escuela y a ellas se les hizo injusto y ella encabezó".
—Usted tuvo un familiar que fue constituyente en 1917...—
"Así es, mi bisabuelo general Ignacio Leandro Pesqueira fue constituyente de 1917 por la Ciudad de México, era sonorense pero, es un personaje de la historia que aunque no son muy nombrados, pues sí influyen en nosotros que lo sabemos y vivimos.
"Mi abuelo materno Mayoral fue médico militar, mis abuelos fueron generales de la revolución, Benjamín Hill, que hay una avenida con su nombre.
"Hay otro tataratio que participó en la Reforma, está su estatua en Lafragua y Reforma".
—¿Usted es más rebelde, más institucional o más formal por la parte militar?—
"Me ha tocado trabajar mucho con militares en mi vida profesional, en el tema de las emergencias, ahora también en otros escenarios y siempre ha sido muy buena la relación porque se reconoce y se le da valor a su trabajo.
"El general Hill fue secretario de Guerra y Marina por unos días antes de su muerte con el general (Álvaro) Obregón siendo presidente.
"Uno no debería definirse meramente institucional, lo valioso es esta combinación que podemos tener todos con base a nuestras experiencias y trayectoria, formación o deformación académica y profesional; de cómo podemos ser respetuosos de las instituciones del Estado mexicano, pero con un pensamiento rebelde que te permita buscar esas causas justas, rebelde en el sentido positivo de la palabra".
—¿No pasó en algún momento de su vida, cómo la adolescencia, ser rebelde en lo radical?—
"No, en lo radical no, pero sí salí a las calles a alzar la voz buscando ser escuchada".
—¿Se acuerda de su primera participación en alguna protesta en las calles?—
"Yo creo que fue en el (19)88, todavía estando en Sonora y luego la siguiente fueron las primeras que se dieron por el tema de la inseguridad, cómo estudiante universitaria. Fueron varias, tengo mis fotos en Reforma, en el Zócalo y si tuviera la oportunidad de regresar en el tiempo y darme en conocimiento de cómo crecí, lo volvería a hacer.
"En el (19)94 con el subcomandante Marcos, me tocó estar y alzar la voz, que es lo importante, que es lo que todos debemos hacer, y no me refiero a permanentemente estar en protesta sino alzar la voz, es decir, hay que hablar.
"Muchas veces, inmediatamente, queremos tomar las calles cuando no hemos hecho el intento de enfrentar a las instituciones o de ver un camino posible al interior de éstas, que muchas veces es posible y queremos irnos por el último recurso que sería la protesta".
—¿Como estudiante fue matada, como dice la chaviza, o no era tan así?—
"No soy una estudiante de dieces, no fui una estudiante de dieces en la universidad, en el posgrado sí, quizá con un mejor esfuerzo, ¿Por qué? A lo mejor fui un poco más grande, ya llegaba con un criterio más formado, la interpretación de la lectura o la realidad estaba más trabajada.
"Yo trabajo desde los 16 años, hice la prepa abierta...".
—¿Cuál fue su primer trabajo?—
"Trabajé en una cooperativa, vendía pescado ahumado y muchas veces me tocaba vender. Trabaja en la oficinita, éramos dos personas, yo ayudando administrativamente. Recuerdo que con mi primer sueldo me compré una cartera y me quedé sin dinero.
"Luego trabajé en un banco, fui cajera y al llegar a la Ciudad de México fui asesora de inversiones en un banco mientras estudiaba en el ITAM... (Inauidible) niños, vendí pasteles como muchas mujeres y jóvenes.
"En la secundaria y prepa vendí pays de manzana, se convirtieron en el favorito de los cafés por un tiempo, me fue muy bien".
—Dice Joaquín Sabina que "dónde has sido feliz no hay que tratar de volver", pero ¿hay algún trabajo en particular que recuerda con mayor cariño?—
"Algo que tengo es que sólo trabajo en lugares donde quiero trabajar. Sí he estado en algún, como adulta, donde no me gustó la dinámica y renuncié a los meses sin tener nada listo.
"Yo sí estoy convencida que uno debe trabajar en donde uno se sienta pleno, abone a su persona, y a su desarrollo profesional.
"Hay que hacer el esfuerzo porque te guste el trabajo, cada uno es una experiencia nueva y te trae nuevas experiencias. El trabajo siempre es distinto porque los casos lo son, la dinámica, la gente siempre son distintos".
—Usted es reconocida por su trabajo en materia de protección civil. ¿Cómo fue que empezó a involucrarse en esos temas?—
"(...) Yo estudié Ciencias Sociales y lo primero que hice al salir de la universidad fue hacer análisis de riesgo político de conflicto local y luego me fui a estudiar a Estados Unidos una maestría en Conducción Política, en la George Washington University, la intención era convertirme en consultora política, conocí a todos los consultores internacionales del momento, hice relación con ellos, hice amistad con muchos otros.
"El primer diciembre que estuve en Washington, en navidad, fue con los Clinton, invitada a través del grupo de consultores demócratas.
"Pasa septiembre 11 (de 2001) y decidí quedarme al doctorado, hay un programa de manejo de crisis, desastres y riesgos y una compañera de la universidad estaba estudiando esa maestría y le preguntaba qué es lo que hacen.
"Pasa septiembre 11, uno de los codirectores del instituto donde impartían clases era Jerrold Post, fue el psiquiatra de la CIA, el primero en hacer perfiles psicológicos para negociaciones e hizo una serie de encuentros para hablar de los perfiles de los terroristas, ahí descubrí que existe un área dentro de las emergencias o los escenarios de crisis que se llama continuidad de gobierno, esa es mi área de especialidad: cómo garantizar el funcionamiento de las instituciones a pesar del escenario de crisis catastrófico que se estuviera enfrentando, ese es mi introducción al tema.
"Estando en Washington ví que se estaba concursando la Dirección General de Protección Civil del gobierno federal, la primera vez no la concursé porque, cómo todos, no creí en el proceso, decía seguramente es para validar que alguien más se quede en la plaza.
"Resulta que se declaró desierta, entonces en el siguiente intento entré y gané con casi 150 candidatos que entramos: eran una serie de filtros, exámenes escritos hasta que llegamos tres a la entrevista.
"La dinámica era que te entrevistaban y si se convencían de uno ahí acababa el proceso. Yo era la tercera, no los convencieron los otros dos.
"De hecho con el segundo, que era un ex militar, hice amistad, coincidíamos en todos los exámenes y estando esperando la entrevista, acordamos que quieren quedara contrataría al otro. Y sí, trabajó conmigo mucho tiempo y la semana pasada hablé con él y vamos a comer en estos días".
—¿Cómo estaba el país en esa época en materia de Protección Civil y cómo lo ve en retrospectiva?—
"Ha habido muchos cambios, yo creo que el Sistema Nacional de Protección Civil en el país se ha fortalecido y consolidado en tantos años después de los sismos de 1985, que todos le tienden a dar el crédito a esos sismos, pero fueron varios sucesos los que ocurrieron que dieron paso a ese sistema.
"Podemos hablar en los 60 de esas inundaciones en el sur de Tamaulipas o norte de Veracruz que generaron el nacimiento del Plan DN III y el Plan Marina, seguido por la explosión del volcán del Chichonal, en Chiapas, en el (19)82; las explosiones de San Juanico en el (1984).
"Creo que lo que hizo mover a las autoridades fue el sismo de 1985 y la gran devastación que dejó y con eso, al año siguiente se publica las bases para el funcionamiento del Sistema Nacional de Protección Civil.
"Años han pasado, se ha fortalecido, es reconocido. Sí creo que en distintos momentos...porque es algo más que la respuesta al incidente y con eso te quiero decir mi enfoque de la Protección Civil: nace como respuesta, cómo la necesidad de coordinar los esfuerzos de respuesta, pero el riesgo es de todos, lo generamos todos, todos los días.
"Puede ser un lugar zona sísmica, pero si no hay quien viva no va haber ningún desastre.
"Cuando recién llegué a la Dirección General de Protección Civil, un abril de 2007, y recuerdo de unos tornados en Piedras Negras y decían: 'es que antes no pasaban' no bueno, es que antes nadie vivía ahí. Siempre han sucedido, nada más que nadie vivía ahí.
"Hay escuelas y negocios que están en los causes de los ríos, hay gente que decide instalarse en la ladera inestable de una montaña o un cerro; nosotros somos quienes vamos construyendo poco a poco.
"¿Cuánto uno le dedica de tiempo, no hablemos de los constructores que ellos sí técnicamente deben de saber y estar en conocimiento del tipo de suelo dónde están construyendo, el tipo de material que están utilizando, pero uno como persona qué tanto de tiempo dedica en identificar dónde va a vivir o qué tan seguro o no es el lugar?
"El sábado pasado inicié materia en la maestría de Gestión Integral de Riesgos y a mis estudiantes les decía: 'yo vivo en la zona más sísmica de la Ciudad de México, pero yo creo que visité el edificio y a la gente que estaba en venta por dos semanas diariamente con distintas preguntas, a veces tenían las respuestas y a veces no, respuestas que derivaron en que finalmente tomara la decisión de comprar y vivir finalmente aquí".
—¿Cree que para el país o un sector de la sociedad aún es 'el talón de Aquiles' la prevención?—
"Lo que más nos cuesta a la hora de ayudar o de responder, y es lo que nos debe preocupar en aquella región del mundo porque sino va a generar otro tipo de problemas sociales: El tema de la recuperación temprana, recuperación económica temprana y reconstrucción para que las cosas vuelvan a esta nueva normalidad a la que tienen que regresar.
"Lo que quiero decir, antes Protección Civil federal dependía de la Secretaría de Gobernación y estaba ahí porque era un ente coordinador articulador de esfuerzos; hoy está en una área de respuesta de la Secretaría de Seguridad, entonces hemos perdido esa parte de política pública que quisiera orientar los esfuerzos de trabajo preventivo.
"No podemos evitar que las cosas sucedan, pero sí podemos trabajar para que el impacto negativo sea el mejor, es decir, muchas veces quienes hacen buen trabajo preventivo o de mitigación; o quienes forman capacidades resilientes de alguna forma pueden ver pasar eventos sin que los afecte negativamente".
—Usted ha estado en contacto con muchos desastres, tanto en estudio como a ras de suelo. ¿Cómo le hace una funcionaria y una persona para no perder esa sensibilidad y no verlo como algo normal?—
"No dejas de ser ciudadana, y tienes las mismas inquietudes y preocupaciones de cualquier ciudadano.
"Habrá funcionarios que se les olvide, pero yo he sido muy cuidadosa de procurar recordarme a mí misma de que soy un ciudadano más y que se vea afectado por las distintas decisiones.
"Lo importante es darles respuesta y certidumbre a la población, que eso también se le olvida al funcionario público: la gente quiere que le expliques, no te está pidiendo nada más.
"Cuándo íbamos a los escenarios de inundación en Tabasco a finales del 2007, si tú no te acercas a la gente, te va a pedir todo una y otra vez, y cuando tú te acercas y le preguntas, había quienes nos decían 'yo necesito dos barras de jabón' porque no hay tiendas abiertas o las que lo están ya se les acabó. Hay que hablar con la gente, eso nos permite estar con los pies en la tierra".
—En la Ciudad de México, a varios los marcó el sismo de 2017, ¿Hay algún desastre natural que en lo personal y profesional la haya marcado?—
"Esa pregunta me la hacían mucho estando al frente de Protección Civil del gobierno federal y yo creo que todas porque no le puedes decir a la gente que ha perdido todo que su desastre fue menos que el desastre vivido en alguna otra región del país.
"Todas las emergencias merecen ser vistas de esa manera y con la importancia y responsabilidad de responderlas de igual manera".
—Antes mencionó eso de mantenerse con los pies en la tierra y luego es difícil por estar en cargos públicos. ¿El contacto con la gente le ayudó a mantenerse con los pies firmes o hay otras cosas?—
"Te permite estar aterrizada, uno, el mayor peso lo tiene el contacto con la gente, pero el recordarte que tú eres un ciudadano más, no eres distinto. Me pasó mucho en los años recientes que conocía gente y me decían 'eres una persona normal'; 'no eres la funcionaria común, eres una persona distinta', esa era la expresión y mi respuesta siempre fue 'soy una persona normal'".
—Hay un huracán o sismo presente que es el machismo, ¿Cómo han sido esas batallas contra ese monstruo?
"Para mí está más presente hoy que antes porque antes era la clásica respuesta de 'sí, porque él es hombre y tú no'.
"Soy de esas personas que tienden a ignorar lo que te afecta y seguir en la trayectoria. ¿Para qué detenerte? Así fue como lo viví y lo seguí viviendo.
"Cuándo llegué a la Protección Civil, que llegué por concurso y nadie me conocía, en ese rubro todos eran muy conocidos y si hubo quienes decían '¿Quién es esta vieja?', esa era la expresión, '¿De dónde salió?', quizá igual hubieran hecho la expresión si fuera un hombre que no conocían, no lo sabré nunca.
"Sí me ha pasado, o me pasó, que al entrar a reuniones dijeran 'ay que joven' a una edad en la que estoy segura que si hubiera entrado un hombre no lo hubieran hecho, pero nada que me afecte.
"Soy observadora, evidentemente si uno ve las actitudes machistas, pero uno puede decidir quedarse a tratar de resolver los problemas de una persona o seguir con su vida. Yo he tomado la decisión siempre de no verlo como algo personal, al final no lo es, es un problema cultural que tienen los hombres, no las mujeres.
"Nosotras debemos de seguir adelante y estar convencidas de que podemos hacer lo que nos proponemos".
—Hace un momento dijo que "el machismo está más presente en la actualidad". ¿En dónde lo podemos ver ahora con mayor presencia?
"No tanto el machismo sino podemos ver a las mujeres víctimas de y es porque lo hablan, a lo mejor muchas como yo que tomaron la decisión de dejarlo pasar y seguir adelante, podemos decir 'a lo mejor y sí fue víctima de violencia laboral ", pero son distintos estilos de afrontar un mismo problema.
"Después de septiembre 11 se creó la Oficina de Manejo de Emergencias y Continuidad de operaciones de la George Washington y yo trabajé con ellos.
"A la hora de la entrevista, el vicepresidente de la oficina, que estaba encargado de esa área, había sido capital de la Marina, entonces acomodó la oficina de tal forma que yo estaba sentada frente a ellos y a quien lo ayudaba, era el encargado de las emergencias, yo al final fui encargada del proyecto de continuidad de la universidad, pusieron un foco que me alumbraba, cómo si fuera un interrogatorio y en algún momento hicieron carrilla. Mis respuestas fueron "¿Estoy bajo observación o por qué el foco? Lo hice evidente, no dejé que pasara.
—¿No te molesta que te estemos haciendo carrilla?—, me preguntaron.
"'Una de las grandes ventajas de que el inglés no sea mi primera lengua es que puedo ignorarlos y dejarlos que ustedes hagan el ridículo'", eso respondí.
—¿Qué le dijeron?—
—"Me contrataron. Esa parte de ser rebelde y no tomar el problema personal, es un problema de ellos no mío".
—¿Usted se asume feminista?—
"Define feminista".
—A mí no me toca definirlo—
"No, defínelo. Es que según la definición te podría decir si soy feminista o no. Feminista, estoy a favor de las causas de las mujeres".
—¿Hay algo de lo que no esté a favor entorno a las discusiones sobre el feminismo?—
"Quizá los estilos. Esta combinación de rebeldía e institucional, a lo mejor hay cosas que yo vería buscar el espacio del diálogo, quizá".
—¿Es reciente donde usted comienza a darse cuenta de esto?—
"Evidentemente uno sabe que México es machista, una región más que otra, que es un tema cultural que viene de tradiciones, uno lo entiende y lo puede estudiar. Aquí el tema es te quieres ubicar dentro la problemática, eres parte de la estadística o no lo eres, es según el rol que toque jugar.
"Me molesta cada vez que veo una injusticia en contra de las mujeres o que se está ignorando que a las mujeres las están matando. No las están matando hoy. Las están matando antes, pero no estaba tan visibilizado.
"¿Es una responsabilidad de la autoridad? No necesariamente, pero en este tema de que las mujeres no siempre son escuchadas o no siempre alzan la voz se exponen más a escenarios de riesgo.
"Recuerdo que tuve niñas que hacían sus prácticas profesionales conmigo y me pedían permiso para irse más temprano porque las estaba esperando su papá en la última estación del Metro, La Dorada (12) o Indios Verdes, porque sino más tarde pasan las camionetas y se llevan a las chavas, esa era su realidad".
—Hoy que estamos hablando se menciona una paridad en cargos públicos, instituciones en pro de la mujer, cambio de leyes para castigar más a quienes cometan feminicidios. ¿Es suficiente o qué falta?
"Mucho del andamiaje institucional y normativo a lo mejor ya se ha robustecido mucho, pero ahora eso hay que llevarlo al nivel local, no suceden las cosas en los escritorios sino allá abajo, en lo local".
—¿Qué acciones ha hecho en pro de las mujeres en los diferentes cargos que ha ocupado?—
"Cómo secretaria de Gobernación en Puebla presidía el Sistema para Prevenir, Atender y Erradicar la Violencia en contra de las Mujeres y trabajamos muy de cerca con los municipios.
"En Puebla son 50 los municipios que tienen la alerta de violencia de género y hay que trabajar muy de cerca. Mandé a hacer un estudio con el Concytep, que es como el Conacyt local, que deben estar terminando o estar listos para publicarlo, para entender las causas porque no es una problemática igual en una región que en otra.
"Pero lo primero es educar a las mujeres para que entiendan que no es algo normal, la violencia de cualquier tipo que estén sufriendo no es algo normal".
—¿Cuál ha sido la batalla más dura contra el machismo?—
"Que difícil pregunta para alguien que tiende a ignorar expresiones de machismo. Yo creo que la batalla es todos los días, con hombres y con mujeres".
—Sé que las mujeres no deben educar a los hombres en la materia, pero si algún hombre lee está entrevista y está en esa etapa de querer cambiar y dejar actitudes y violencias, ¿Qué le diría para que no sea un violentador?—
"Asumiendo que ese hombre es violentador, que busque ayuda. Hay violentadores de distintos niveles, hay quienes ejercen la violencia física, pero también la que no se ve representada con golpes en la vida familiar, laboral.
"Si (los hombres) están conscientes y quieren terminar con ese patrón, buscar ayuda. El primer paso ya lo dieron, que es estar conscientes de que de una u otra forma son o forman parte de este grupo que ejerce violencia de género".
—Ahora que se habla de "piso parejo" en lo político, ¿Qué hacen falta para que así sea entre mujeres y hombres?—
"¡Que pregunta para alguien que ha crecido en un mundo de hombres! Yo siento que me ha tocado vivir en un mundo de hombres, normalmente; he llegado a reuniones y en muchas ocasiones he sido la única mujer.
"Son varias cosas: uno, que los hombres reconozcan las capacidades que tienen las mujeres paran ejercer una u otra profesión y que las mujeres estén seguras de que pueden desempeñarlo porque muchas veces somos nosotras mujeres las que nos detenemos creyendo que no tenemos la capacidad o que no vamos a poder ejercer con responsabilidad determinada función.
"Generar las condiciones institucionales o asegurar que institucionalmente o normativamente las oportunidades estén dadas sin importar el género".
—En la prensa, sobre todo en la poblana, se resaltó mucho que usted fue la primera secretaria de Gobernación en la entidad. ¿Eso representó algo de mayor responsabilidad o fue de 'yo vengo a hacer mi chamba'?—
-"Es correcto, uno viene a desempeñar una función y hacer su trabajo con la más alta responsabilidad y empeño.
"Yo fui invitada en un momento en que se necesitaba un perfil como el mío y eso no lo define la función sino el contexto, los actores femeninos o masculinos, son muchas variables los que lo definen.
"En la comparecencia del 2020-2021 que me tocó, y sí hubo una pregunta que me hicieron, que si no me molestaba que se me mencionara cómo la imagen bonita del gobierno o la cara amable. Y yo 'si la cara amable o la cara bonita del gobierno me ayuda a generar confianza y tender puentes de comunicación, que me digan cómo les dé la gana'".
—Una pregunta digamos...—
-"Como machista a lo mejor, pero que te da la oportunidad de recordarle a todos que eso no es lo importante y que si eso abona a poder hacer tu trabajo, adelante".
—Usted llegó en un momento complejo, no sólo en Puebla sino en el país, por la pandemia. ¿Cómo enfrentarse a esa situación?
"El tema de la pandemia, la gente dice 'nos tomó por sorpresa', no, no nos tomó por sorpresa, ya lo veníamos trabajando desde hace muchos años trilateralmente con Estados Unidos y Canadá; se esperaba la influenza aviar, luego en el 2009, (México) es epicentro de la influenza humana, había simulacros, ya nos habíamos preparado para escenarios similares.
"A lo mejor este salió de toda proporción porque afectó a todo mundo y no sólo a una región.
"Yo llego en enero (de 2020) y a los días subo el tema a la mesa de seguridad e inmediatamente nos pusimos a trabajar con la Secretaría de Salud para emitir mensajes, no esperar a que se convirtiera en una política nacional sino estar conscientes que el problema iba a llegar, todavía no llegaba a México.
"De igual forma, con la Secretaría de Economía tuvimos reuniones con las cámaras empresariales para explicarles lo que se veía venir, que iba a pasar y cómo podían ellos prepararse y mitigar el daño".
-En la Secretaría de Gobernación. ¿En qué momentos se pusieron a prueba ese bagaje de experiencia?
-"No fue solamente como secretaria de Gobernación, pero desde que asumí la Coordinador General de Protección Civil en el estado recuerdo la llamada que me hizo el gobernador (Miguel Barbosa) y yo creo que ya estaba pensando en invitarme a ser secretaria de Gobernación, me dice:
'Ana Lucía, ¿Quién eres, qué haces en Puebla y por qué todo mundo habla bien de ti?'.
—¿Y qué le dijo?—
'¿Qué quiere que le diga?'.
'Platícame quien eres'", dijo el gobernador.
'¿Por dónde quiere que empiece?, preguntó Hill Mayoral.
'Desde el principio', respondió Barbosa.
"Y empecé, 'para entender a Ana Lucía Hill hay que entender lo que vivió su mamá, que enviudó a los 24 años con dos hijos y embarazada" ahí empecé.
"Luego a los días me invitó a ser secretaria de Gobernación. Yo creo que tú experiencia y conocimiento la pones a prueba o la ejercer todos los días, cada vez que tomas una decisión".
Hubo un momento dónde usted fue la encargada del despacho (por la muerte de Miguel Barbosa) y me imagino que fueron momentos difíciles por lo personal y político...
"Y por el contexto por el que ha atravesado la política poblana, es decir, ya había una gobernadora que murió a los días de haber asumido el cargo (Martha Erika Alonso). Había que cuidar todos esos aspectos siendo institucional, que es lo que hubiera querido el gobernador Barbosa.
"El gobernador Barbosa fue un hombre muy conciliador, muy de generar consensos, muy político y muy respetuoso de las instituciones, también reconociendo que las instituciones tienen que cambiar, pero muy respetuoso de la institucionalidad.
"Y entonces también recibir la información de lo que estaba ocurriendo y cuidar que no se dejaran de hacer las cosas, cómo él hubiera querido que se respondiera.
—¿En esas horas difíciles el gobierno siguió maquinado?—
"El gobierno siguió trabajando. Cuándo recibimos la noticia estábamos prácticamente todo el gabinete reunido, llamamos a una reunión inmediato y nos movimos del lugar en donde nos encontramos a Casa Aguayo, la sede del Poder Ejecutivo, y ahí se le recordó a todos que seguir trabajando, que era lo que hubiera querido, que no descuidáramos el trabajo y que siguiéramos atendiendo con responsabilidad cada una de las funciones que ejercíamos.
—¿Usted pudo quedar como gobernadora o por cuestiones legales no se podía?—
-"No, no había nada que lo impidiera, pero era un tema que se tenía que resolver a nivel local, una decisión del Congreso, y era algo que el gobernador Barbosa siempre decía: 'aquí hay división de poderes".
—Fue conocido que renunció a ese cargo. ¿Ahora en qué proyectos anda?
"Fui muy feliz en Puebla, me quedo con grandes amigos y grandes experiencias, de todas las regiones.
"Ahora, regresar a clases, ahora estoy dando clases en la Escuela Nacional de Protección Civil campus Chiapas. He tenido varias conversaciones con distintos actores, tanto del sector público como del privado; otros coqueteos de proyectos políticos del 2024, pero ahorita me voy a dedicar a dar las clases.
"Había dejado de salir, también por la responsabilidad. Hay una red de universidades de la región Asía-Pacífico y tienen un capítulo para ver reducción de riesgos y están trabajando en estrategias que puedan fortalecer la política pública local, entonces me voy en dos semanas a Hawaii".
En estos coqueteos, ¿Cuál está ganando? ¿El político o académico?
"Voy a seguir en lo profesional y académico, aunque ya está a la vuelta de la esquina, falta mucho todavía para el 2024".
Entrevista realizada en febrero de 2023
JLMR