Los analistas de la mesa del programa Cambios, que conduce Víctor Martínez Lucio, coincidieron en su evaluación de los primeros tres años de Gobierno de Samuel García Sepúlveda, en que el inicio fue muy bueno pero luego la administración se vino abajo por temas de interés político electoral, de soberbia y de falta de consensos.
Para Valeria Guerra, editorialista de MILENIO y Multimedios, el comienzo de la actual administración estatal generó gran expectativa no solo a nivel local, sino nacional e internacional, pero luego, todo cambió.
“El arranque me pareció muy bueno, creo que la debacle empezó con esa aspiración de querer irse de presidente, que fue una promesa que hizo y que no cumplió”, dijo Guerra.
Por su parte, Sandrine Molinard, directora del Consejo Cívico de las Instituciones y colaboradora de esta empresa, dijo que el carácter “histriónico” que tiene el gobernador en redes sociales opaca lo que hace su gabinete.”
“El problema de la movilidad es uno de los más graves en el estado de Nuevo León, y yo sí creo que después de tres años el anuncio de la nueva política nos quedó mucho a deber. Parece que el gobernador anda permanentemente en campaña, olvidándonos que gobernar es para todo mundo”, manifestó Molinard. Celina Canales, periodista y analista, recalcó que es prioritario mejorar el transporte y la educación, pero reconoció los aciertos de Samuel García.
“El primer acierto cuando entró Samuel fue abrir las escuelas, algo que nos urgía. Yo cuando Samuel hizo eso dije: ‘Qué bueno, una buena acción’. Entonces había ese sentimiento de esperanza de que venía la nueva política y todo iba a estar mejor (...). Pero como todo, luego llega la decepción”, abundó Canales.
En el caso del analista y activista Gilberto Marcos, la percepción de estos tres años fue de un buen comienzo, luego apareció el embrujo del poder y la soberbia.
“Yo considero que fue un buen comienzo (...), empezaron las obras. Yo creo que el motor inicial estuvo bien, sobre todo comparado con el desastroso gobierno de Jaime Rodríguez Calderón.”
“El problema vino después, cuando la soberbia comienza a aflorar, cuando el poder embruja, y nuestro joven gobernador, quizá faltándole algunos pasos en la madurez, embrujado y ensoberbecido, empezó a ladearse por el lado de su propio partido y eso empezó a darle al traste. Hay atorones en la gobernabilidad, en el tema del presupuesto, pero que se traduce luego en problemas de inseguridad, de movilidad y de transporte público, principalmente”, puntualizó.
Piden para metrópoli una coordinación real
Dentro de los retos u oportunidades para el segundo trienio del Gobierno de Samuel García Sepúlveda, en el programa Cambios, conducido por Víctor Martínez Lucio, Sandrine Molinard destacó uno vital para los ciudadanos: que exista en la entidad un auténtico esquema de coordinación metropolitana.
Este esquema, dijo, se inició al arranque de esta administración estatal, pero se vino abajo por los conflictos político-electorales entre el gobernador, los alcaldes y los diputados.
“Hay un tema que yo creo que es crucial para Nuevo León, dado este crecimiento desmedido de la mancha urbana. Todos estos problemas de movilidad, inseguridad, medio ambiente, todo esto se debe resolver desde una escala metropolitana. Ya la escala municipal está rebasada.”
“Es urgente que instauremos un esquema del siglo XXI de gobernanza en esta gran metrópoli. Es imposible que se resuelvan problemas tan complejos en la cabeza de una sola persona”, manifestó Molinard.
Por su parte Valeria Guerra aseguró que la comunicación efectiva podría dar al Gobierno de García Sepúlveda la aprobación de los ciudadanos si se acerca a lo que le duele a la gente.
Gilberto Marcos insistió que en los próximos tres años un reto para el mandatario será el combate a la corrupción.
“El tema de la corrupción es muy importante, nos prometen en una campaña y en otra acabar con ella. Creo que es el principal gancho de la ciudadanía: ‘Ay, ya van a acabar con los corruptos’. Y por ese lado yo no he visto en este Bobierno nada contra la corrupción”, dijo Marcos
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