Andrés Lajous Loeza, desde pequeño comenzó a obsesionarse con los diferentes medios de transporte de Ciudad de México, principalmente, la bicicleta y el Metro. Disfruta de caminar en cualquier espacio público de la capital y reconoce que su mayor momento de libertad es montado en una bici.
Siempre soñó con ser funcionario público, puesto que su padre y su abuelo sirvieron al país, aunque algo tiene muy claro “no es ni de juego ni beneficio personal”, al contrario se deja “cuerpo y alma”.
Actualmente se encuentra al frente de la Secretaría de Movilidad, dependencia que le ha implicado un reto y el cual describe de “estimulante intelectualmente”.
¿Nombre completo y fecha de nacimiento?
Andrés Lajous Loeza. 12 de febrero de 1982.
¿En qué colonia nació?
En Ciudad de México. Creo que es la Bondojito, ahí está el hospital donde nací. Crecí en el Pedregal de San Ángel.
¿Cómo fue su infancia?
Soy el tercero de tres hermanos. Bien, digamos en una situación evidentemente de privilegio de verdad. No tengo quejas en ese sentido. Entiendo que no es la infancia de todo mundo, de poca gente en el país, y en ese sentido fui muy privilegiado de muchas formas.
“Lo único es que sí es una colonia muy aislada en términos de transporte público, donde predominan los coches y eso creo que me afectó”.
¿Qué estudió?
La licenciatura en Ciencias Política y Relaciones Internacionales en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
¿Cuándo no es funcionario público, qué hace?
Ya no me acuerdo. La verdad es que sí soy funcionario público todo el tiempo, pero me gusta pasear. Trato de mantener la costumbre de pasear a mis perros o ir los fines de semana a espacios públicos, cuando tengo tiempo.
¿Cuál es su espacio público en CdMx que más le gusta?
La verdad avenida Reforma. Es un placer caminar por ahí en las mañanas, en las tardes. La zona con casi la densidad más alta de transporte público. Tienes la línea 7 del Metrobús, el ecobus de RTP, la línea 1 del Metro, trolebús, ecobici, ciclovías en Reforma y Chapultepec. Todo el transporte de la ciudad está bien representado en esa zona.
¿Andrés Lajous está obsesionado con el transporte público?
Sí, desde hace mucho tiempo. Era necio, desde adolescente me tomaba mucho tiempo ir a la escuela, iba normalmente en coche y eran horas. Después en la universidad eran horas en el coche, pero mi necedad a veces consistía en que hacía el esfuerzo por llegar en Metro a la escuela... Todo mundo en la prepa decía: ¡qué raro! De repente, Andrés dijo que llegó en Metro a la escuela. Hacía eso, me subía al coche para que me acercara a un Metro y así me me iba.
¿Siempre anda en bici?
Casi siempre. Es una forma de conocer mejor la ciudad, verla como a nivel de la calle.
¿Cuál fue su primer contacto con la bicicleta?
Me acuerdo perfecto cuando mi hermano grande me enseñó andar en bici, junto con mi papá, supongo. Habré tenido cuatro años.
¿Qué reto le ha supuesto pasar de activista a funcionario público?
Ya me había hecho a la idea. Yo toda la vida pensé en ser funcionario público. Cuando era activista intentaba ser empático con la posición de los funcionarios públicos en el sentido de que muchas de las cosas sí son más complicadas de lo que parecen. Creo que un buen funcionario público tiene que tratar de ver desde la perspectiva de todos los afectados de la acción pública. Creo que en ese sentido la transición no fue tan difícil.
¿El gusto por ser funcionario público le viene porque vio a su papá, Adrián Lajous, director de Pemex en el 94?
Sí. Es una cosa muy seria ser funcionario público. Nos hace responsables de las cosas, tienes una responsabilidad frente al público. Entonces no es ni de juego ni beneficio personal. Es trabajo serio y tienes que dedicarte en cuerpo y alma.
¿Cómo le va en su faceta de papá?
Bien, bien. Mi bebé tiene la edad del gobierno. Todo el tiempo libre que tengo lo paso, evidentemente, con mi familia. Mi familia ha sido muy generosa en entender la situación.
¿Ciudad preferida?
Ciudad de México. Las subdivisiones dentro de la ciudad. En distintas zonas de la ciudad que he vivido o he trabajado como que la vuelves a descubrir. En otras ciudades hay cosas bonitas y agradables, pero nunca he tenido esa sensación de sorpresa de un kilómetro a otro.
¿Cómo funcionario qué lugar de la ciudad descubrió y dijo nunca pensé llegar acá?
He pasado bastante tiempo en Indios Verdes, digamos, que no era un trayecto cotidiano mío de ninguna forma. Sí, Indios Verdes es casi una ciudad chiquita, solita. Es muy sorprendente que funciona mal pero funciona.
¿Andrés Lajous quiere escribir un libro?
No, me gusta mucho leer.