La Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró deficiencias en el control y supervisión de la aplicación de los recursos ejercidos por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) para la adquisición de vacunas Triple Viral contra Sarampión Rubeola y Parotiditis.
El Informe Individual del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2021 detalla que, como parte del contrato para la adquisición de dicha vacuna, el procedimiento de adjudicación directa internacional abierta se realizó “por caso fortuito o fuerza mayor”, con fundamento en el artículo 41, fracción II, de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público.
Lo anterior, no obstante que dicho procedimiento se pudo haber previsto toda vez que, desde el 13 y 27 de julio de 2020, el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia le informó al Insabi de las necesidades de las vacunas que integran el Esquema Nacional de Vacunación.
Además, el reporte señala que el Insabi no contó con los documentos que acrediten la demanda de vacunas por entidad federativa notificada por el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (Censia), así como evidencia del registro en la plataforma "Ambiente para la Administración y Manejo de Atenciones en Salud" respecto de las necesidades de las vacunas del Esquema Nacional de Vacunación.
Además, en el procedimiento de contratación consolidada, no se invitó a participar, como asesores, a un representante de las secretaría de la Función Pública y Economía.
La ASF seleccionó, para su revisión, un monto de un millón 359 mil 215.7 pesos que representa el 41.3% del total ejercido de tres millones 292 mil 432.1 pesos, relacionado con la adquisición de vacunas del Esquema Nacional de Vacunación, con cargo a la partida presupuestal 25301 "Medicinas y productos farmacéuticos".
De esa muestra, la ASF señala que el Insabi no contó con un sistema informático para el control y seguimiento de las compras consolidadas de medicamentos e insumos para la salud, requeridos dentro del Sistema Nacional de Salud, para contar con información oportuna y confiable que coadyuve en la toma de decisiones, transparencia y rendición de cuentas en el otorgamiento de los insumos, y además asegurar el abasto de vacunas del Esquema Nacional.
Respecto del registro de entradas y salidas, así como de la existencia de vacunas en el almacén central de los Servicios de Salud Pública de la Ciudad de México, la ASF destacó que no se verificó que se distribuyeran a las jurisdicciones sanitarias 160 mil 369 dosis de vacunas, ya que al 30 de junio de 2022, éstas aún se encontraban en la cámara de red de frío del almacén, superando entre 24 y 138 días los seis meses de almacenamiento establecidos como límite máximo para su almacenamiento de acuerdo con la normativa, y en el caso de 9 mil 779 de éstas, ya se encontraban caducadas; además, no informaron oportunamente al Insabi para que, por su conducto, se solicitara al proveedor el canje de las citadas dosis.
JLMR