Los Avispones de Chilpancingo exigieron al gobierno de Andrés Manuel López Obrador no ser un caso olvidado en la tragedia del 26 de septiembre de 2014.
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Durante una ceremonia, familiares y amigos conmemoraron a David Josué García, entonces jugador de este equipo de futbol, así como a Víctor Lugo, chofer del autobús en que viajaban esa noche cuando fueron atacados, ambos víctimas mortales.
“Seguimos exigiendo que Avispones no sea un caso olvidado, que nos tomen en cuenta también.Yo sé que lo qué pasó con los normalistas también es doloroso, no me imagino también estar en el lugar de esos padres desesperados, buscando a sus hijos y sin saber nada de ellos, desgraciadamente a mi hijo ya lo enterré y sé dónde está”, exclamó Roberta Evangelista, madre del joven de 15 años asesinado.
“A cinco años de la masacre, nos seguimos autoproclamando los olvidados de la noche de Iguala, somos víctima de facto, ya que nadie ni formal ni jurídicamente se acuerda de nosotros”, enfatizó Miguel Ángel Ríos, ex jugador Avispones de Chilpancingo.
Los asistentes portaron playeras blancas con el rostro de García Evangelista, en el frente, y el número 28, así como el apodo de El Zurdito, como lo conocían, en la espalda.
El Polideportivo Chilpancingo llegó también el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo.
“Mientras no se haga justicia y mientras la herida siga abierta por la imprecisión de todo lo que ha investigado, la herida no sanará. No ha sanado la herida, así de sencillo”, abundó.
nerc