“Ayer por México, hoy por nuestras familias”

Crónica

Hay voces aisladas que piden tomar instalaciones y bloquean el carril derecho de Periférico. Algunos policías decidieron reflexionar sobre las alternativas. Otros, sin embargo, deambulan indecisos. Muchos son los que temen enlistarse en la Guardia.

El centro alberga entre mil 500 y 2 mil policías. (Jorge Carballo)
Ciudad de México /

Las barricadas ya no amanecieron frente al Centro de Control de la Policía Federal, pero fueron reinstaladas a las 14:00, pues la crispación se reactivó en las instalaciones, donde se aglomeran entre mil 500 y dos mil policías, ahora más molestos por las declaraciones de Alfonso Durazo, secretario de Seguridad.

La tensión sube y baja.

Lo que más se percibe es incertidumbre, pues ya está decidido que la corporación, creada en 2009, desaparece; aunque algunos policías no terminan de asimilarlo. Los representantes de los federales van y vienen en las negociaciones telefónicas. El gobierno federal ofrece nueve opciones, pero nada se habla del bono de productividad.

Hay voces aisladas que piden tomar instalaciones y bloquean el carril derecho de Periférico. Algunos policías ya decidieron reflexionar sobre las alternativas. Otros, sin embargo, deambulan indecisos. Muchos son los que temen enlistarse en la Guardia.

—También hay la posibilidad de que los liquiden —dice el del megáfono.

—¿Liquidar? Noooo —se escucha.

—Entre las opciones está el SAT.

—Sí, pero ahí te piden que tengas licenciatura.

—Entonces te van a dar una patada.

El del micrófono les recuerda que restan pocos meses para que desaparezca la corporación. "Vamos a desparecer tarde que temprano", reitera, como para que entiendan que la negociación incluye otras dependencias del gobierno federal. “No queremos politizar el movimiento”, se escucha.

—Mire, comenta un policía a otros, si te mandan a otra secretaría te piden el perfil; pero como no lo cubres, para fuera. ¿Quién nos asegura que nos van a dar la plaza?

Más tarde anuncian que llegará un subsecretario de Seguridad, de modo que el tumulto ingresa al Centro de Mando y queda en medio de la llamada Torre de Cristal, donde esperan que el enviado asome la cara, pero no sucede; en su lugar sale Raúl Ávila Cabrera, titular de fuerzas federales, quien les pide que elijan otras opciones.

Y las dudas vuelven a surgir. La multitud comienza a disolverse. Hay quienes prefieren enfilar hacia la puerta y forman corrillos.

"Quieren mamar y dar de topes", se escucha la voz de quien dice llamarse Alejandro Guzmán, policía tercero.

—¿Por qué? —se le pregunta.

—Porque es: quieres trabajar o te llevas tu lana.

—¿O sea?

—Indemnización o escoges —dice este policía de 32 años, con nueve en la corporación policiaca. Dice que terminó la preparatoria y la carrera de técnico en máquinas de combustión interna.

—¿Y qué elegirá?

—Negociar; no como otros, que ya renunciaron.

La tensión disminuye a las 20:00 horas. Afuera mujeres bloquean el sentido oriente de Anillo Periférico, entre eje 5 y eje 6 Sur.

Lucen playeras blancas con un letrero: “Ayer por México, hoy por nuestras familias. Siempre leales”.

  • Humberto Ríos Navarrete

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